Ante la situación de sequía cada vez más crítica en el país y, específicamente, en la Amazonía boliviana, Willy Llanque, Secretario Ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica en Bolivia (REPAM – Bolivia), empeñado en la defensa de la Amazonía, asegura que “no es casualidad que el clima tenga tantos cambios erráticos, son producto de las constantes agresiones por parte de la humanidad al medioambiente” y propone procesos de sensibilización sobre el cuidado del agua frente a la contaminación de los ríos amazónicos.
Por Micaela Diaz
“La Red Eclesial Panamazónica en Bolivia de manera general busca fortalecer la comunión eclesial y la pastoral de conjunto, motivando en las estructuras y servicios de la Iglesia en la Amazonía a practicar una ecología integral, es decir, articular las iniciativas que tiene la Iglesia en la Amazonía para al cuidado de la creación y para la vida de todos”, señala Llanque, y destaca que desde la red se quiere contribuir a la conversión ecológica y que esto, a la vez, busca que las personas asuman el compromiso del cuidado de la Casa Común y de la Creación.
Desde la REPAM, se tiene gran preocupación por el cambio climático, y el Secretario Ejecutivo para Bolivia asegura que los cambios erráticos del clima son producto de las constantes agresiones por parte de la humanidad al medioambiente: “Una de las consecuencias es que estamos atravesando una época de sequía muy intensa. Ya se manifestó en la ONU que la era del calentamiento global pasó, ahora estamos en la era de la ebullición global, una crisis ambiental que ha alcanzado un punto crítico, esto está provocando eventos climáticos extremos e intensos”.
Asimismo, Willy Llanque considera que “la Amazonía es un bioma demasiado importante para nuestro país y para el Planeta. En la Amazonía existe un fenómeno que se denomina ríos voladores, son corrientes de vapor bombeadas por la vegetación del bosque que transfiere humedad a través de la evapotranspiración, ocurre que las plantas y árboles al absorber agua del subsuelo lo envían a modo de transpiración hacia el ambiente, trasladándose a distancias muy largas que luego se convierten en nubes, que al condensarse se convierten en lluvias que alimentan las diferentes regiones del país”. Para Llanque, la deforestación de enormes cantidades de territorio provoca que millones de litros de vapor que deberían alimentar a las lluvias dejen de hacerlo: “Entonces lo que ocurre es un déficit de agua que se va traduciendo sin lugar a dudas en sequía en varios lugares del país”.
También los pueblos indígenas se ven afectados: “Existen muchas agresiones a los pueblos indígenas, uno de ellos es el despojo de territorios, constantemente conocemos de avasallamientos legales e ilegales que atentan contra la forma de vida que practican”, afirma Llanque y destaca que las comunidades y pueblos indígenas han habitado esos territorios por cientos de años y no lo han destruido como está ocurriendo ahora.
Llanque lamenta que la contaminación de los ríos con mercurio se haya incrementado, siendo este otro tema que causa un desequilibrio en la naturaleza. “Diferentes estudios de instituciones han demostrado niveles de contaminación muy elevados en el cuerpo de indígenas alejados de la minería, pero que viven en torno a los ríos. Se presume que su principal fuente de alimento como es el pescado tiene niveles acumulados de metil mercurio bastante alto”, remarca.
La degradación de la selva amazónica a través de la deforestación, la minería y otros factores amenazan la biodiversidad. Según Llanque, “la pérdida de especies nativas puede tener consecuencias en los ecosistemas y en la cadena alimentaria. La Amazonía absorbe CO2 en grandes cantidades, su disminución agrava el problema del calentamiento global. Como adelantaba, los ciclos de lluvias son alimentados por el bosque, por lo tanto, afecta en la disponibilidad de agua en diferentes regiones, entonces podemos afirmar que las afecciones son enormes para el país y el planeta”.
La Red Eclesial de la Amazonía en Bolivia desarrolla distintas acciones sobre el cuidado del agua frente a la contaminación de los ríos amazónicos. “Quienes defienden los territorios son los que los habitan, por lo tanto, también se ha trabajado con la población en temas de fortalecimiento organizacional; utilizar para ello elementos comunicacionales ha sido muy importante; lanzamos una campaña con comunicadores y medios de comunicación locales sobre las consecuencias de la minería del oro y el uso de mercurio, esto ha contribuido a que esta problemática sea motivo de debate en diferentes espacios”, manifiesta Llanque.
El Secretario Ejecutivo de REPAM llamó a tomar decisiones urgentes que cambien el curso del calentamiento global: “Al realizar cualquier actividad hay que pensar en este mensaje que el Papa Francisco propone en la Exhortación Apostólica Laudato Si: ‘¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?’”.
Fuente: Conferencia Episcopal Boliviana