Durante el inicio del XI Foro Social Panamazónico (FOSPA), las organizaciones indígenas, los movimientos sociales y las instituciones que abogan por la defensa de la vida y el territorio amazónico se concentraron en las localidades de Rurrenabaque y San Buenaventura (Amazonía boliviana) para realizar un nuevo proceso de diálogo y discernimiento en torno a las problemáticas que permanecen en la Amazonía.
Por Óscar Tellez / REPAM
Hasta el próximo 15 de junio, el FOSPA continuará desarrollando una serie de actividades para que los más de mil participantes tengan la posibilidad de manifestar sus consignas en favor de la Panamazonía, en los cuatro ejes temáticos que direccionan el desarrollo del espacio: pueblos indígenas y poblaciones amazónicas, madre tierra, extractivismos y alternativas y resistencia de las mujeres.
Apertura de ejes temáticos
Sobre las 8:30 de la mañana del día 12 de junio se dio apertura a cada una de los ejes temáticos con distintos conversatorios que marcaron el inicio del debate que viene centrando el proceso FOSPA. El panorama del territorio panamazónico no es del todo positivo y pese a los esfuerzos de las últimas décadas, no se han visto cambios sustanciales que permitan establecer verdaderas garantías para respetar los derechos fundamentales de los territorios amazónicos y de quienes los habitan.
En ese orden de ideas, cada eje temático viene debatiendo sobre distintos subtemas que encaminarán el documento final del XI FOSPA. Se vienen abordando los problemas que surgen en cuanto a: la tierra y el territorio, los derechos de los defensores de ambientales, la autonomía y justicia indígena, los pueblos que habitan la Amazonía, la situación del agua, la crisis climática, las áreas protegidas y la biodiversidad, el punto de ‘’no retorno’’ y los bosques, los derechos de la naturaleza, la minería y sus alternativas, el turismo, la frontera agropecuaria, la soberanía alimentaria, la transición energética, los territorios y participación de las mujeres y los derechos y violencias.
Para realizar un mayor acercamiento a las problemáticas antes mencionadas, la organización del FOSPA ha destinado una serie de visitas in situ que permitirán conocer de primera mano situaciones y experiencias que rodean las problemáticas panamazónicas. Las alternativas para dar solución al panorama que aún permanece en el territorio amazónico vuelven a cobrar la importancia de los foros anteriores. Se espera que la ejecución de acciones, acordes a las reflexiones del FOSPA, se priorice por los distintos movimientos, organizaciones y asociaciones.
La manifestación indígena y popular
Como es habitual el inicio del FOSPA congregó a cada uno de sus participantes en una manifestación que se tomó las calles de Rurrenabaque y San Buenaventura. Las consignas eran claras: el rechazo por el extractivismo depredador (especialmente la minería), el respeto por la vida de los pueblos indígenas, la defensa del agua, la lucha por el respeto de la soberanía indígena y la reivindicación del papel de las mujeres dentro de los territorios amazónicos.
En particular, representantes de los pueblos indígenas asumieron una serie de conclusiones que resaltan la necesidad persistente para tomar acciones contundentes y fundamentales en la defensa de la Amazonía. Se ha resaltado el deber que se tiene para asegurar jurídicamente los territorios indígenas, como un mecanismo de protección, no solo de la biodiversidad y los ecosistemas presentes, sino de la vida de las poblaciones que ancestralmente se han asentado en la Panamazonía. Así, cobra importancia una de las conclusiones del eje temático que acoge a los pueblos indígenas y a las poblaciones amazónicas: ‘’Nos quedamos con la idea fundamental que nos va a permitir construir. Compartir las resistencias y construir nuevas formas de resistencia a partir de las articulaciones y alianzas que podamos tener en este FOSPA’’.
El próximo 15 de junio se aprobarán en plenaria las conclusiones del XI FOSPA y a su vez se dará pie al documento final que recoja cada uno de los temas abordados dentro del evento. Líderes indígenas, representantes de organizaciones, defensores y movimientos pro-Amazonía han coincidido en que las acciones no pueden seguir quedando en el papel pues la Panamazonía requiere labores urgentes para su protección.