Esta fiesta de Pentecostés la recibimos desde la gran Pan Amazonía, con la noticia del nombramiento de Mons. Pedro Barreto Jimeno, Arzobispo de Huancayo, como Cardenal.
Reconociendo y abrazando los grandes dolores, desesperanzas y desafíos que envuelven al territorio amazónico, donde quizás hoy más que nunca sufren las peores amenazas, en medio de todo ello o, mejor dicho, sobre todo en esta realidad, sentimos profundamente, la fuerza del Espíritu. Un espíritu que va transformando la humanidad y la iglesia, desde los tejidos más finos, con las fibras de las raíces de nuestros pueblos (awajún y wampis); que han sido la inspiración y la voz certera, desafiante e iluminadora que ha guiado la misión de nuestro flamante Cardenal, desde sus primeros años de misión en Jaén, vicariato amazónico en Perú, encomendado a los jesuitas.
El nombramiento de Monseñor Pedro, vicepresidente de la Red Eclesial Pan Amazónica – REPAM, es un signo más de que la Amazonía, es fuente de vida en el corazón de la Iglesia y que el Papa Francisco, jesuita y francisano a la vez, confía en la posibilidad universal que ofrece esta iglesia amazónica.
Cuando el 2014 la REPAM fue creada, desde su visión esperanzada e intuitiva, Mons. Barreto hablaba de la Amazonía como fuente y pulmón del mundo. Y, lo que quizás a muchos les parecía exagerado, con el paso, el tiempo da la razón, que está en el corazón del planeta. Ya en ese momento él decía, que ésta es la respuesta de Dios a lo que los territorios y los pueblos están pidiendo de la Iglesia. “Ciertamente hoy puedo decir que la REPAM es, como instrumento, fuente y plataforma, una respuesta del espíritu y de Dios porque la vida clama y no puede más y porque la iglesia tiene décadas respondiendo a esto” afirma Mauricio López, secretario Ejecutivo de la REPAM.
Hoy no solo Perú recibe a una nueva autoridad eclesial, sino que también la Amazonía cuenta con dos Cardenales, siempre con los pies y corazón tocando esta realidad, con la capacidad de reconocer en la fuerza de esa vida y siempre dejando que los gritos del pueblo, del territorio y de la iglesia misionera y profética sean los que marquen el camino.
Este nombramiento es de mucha esperanza, pero al mismo tiempo de profunda responsabilidad. Para Mauricio López “Es un profeta de la ecología integral, lo ha sido antes de la Laudato Si y mucho más después, hermanado en esta misión de la Amazonía con Don Claudio Hummes, presidente de la REPAM, quien ha empujado con fuerza esta red al corazón de la iglesia y del Papa. Mons. Pedro con esa mirada nítida, profunda y clara, vino en el 2013 a la Amazonía del Ecuador, donde con el Equipo Itinerante, el Consejo Indigenista Misionero, y muchos otros, comenzábamos a perfilar y soñar lo que añorábamos que sería la REPAM. Al finalizar este encuentro Mons. Pedro dijo: esto es palabra del espíritu. Él vio que el espíritu estaba trabajando con fuerza, eso lo define y lo determina a él, tiene una capacidad de mirar más allá y así se jugó su presidencia en el DEJUSOL, con esta red, que todavía no era y que podía ser…”
“Desde la REPAM ponemos la vida para acompañarlo en este camino de valentía y de coraje. En esta dupla de Card. Barreto y Card. Humes, sintiendo este kairós”. cierra Mauricio.
La fuerza del Espíritu y los Espíritus de la Selva, Padres y Madres, fuentes de sabiduría y sensibilidad de tantos habitantes amazónicos, afirman los pasos de esta Iglesia misionera, peregrina y en salida, que responde con coraje y el corazón vibrante a una realidad que nos llama a la lucha, a la defensa a la resistencia, pero sobre todo a la unidad y a la comunión.