París, 28-11-2015 (REPAM).- La paz y la protección de la creación son objetivos que siempre van unidos, afirmó el Cardenal Claudio Hummes, al presentar las firmas de más de un millón de personas de diversas partes del mundo, que reclaman una justicia y una acción climática a favor de la humanidad y de toda la creación.
Aquí, en París y en muchas ciudades del mundo, afirmó Hummes, Presidente de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, están los activistas católicos juntando sus manos con muchos hermanos y hermanas de diversas religiones y comunidades de fe, clamando justicia por el planeta, por los pobres, por los indígenas y por las generaciones futuras.
Junto a líderes sociales y religiosos, Don Claudio Hummes, entregó a las autoridades de las Naciones Unidas y del Gobierno Francés, las firmas recogidas por el Movimiento Católico por el Clima (MCGC). “Inspirados por el Papa Francisco y por la Encíclica Laudato Si”, afirma la petición, “apelamos a ustedes para reducir drásticamente las emisiones de carbono de modo que se logre mantener el aumento de la temperatura global abajo del límite peligroso del 1,5 grados centígrados, y, para ayudar a los pobres del mundo a enfrentar los impactos del cambio climático”.
Nosotros que firmamos esta petición, afirmó el Cardenal Hummes, “conocemos estos impactos. Porque los combustibles fósiles aumentaron la cobertura natural del dióxido de carbono que rodea nuestro planeta; nuestra atmósfera retiene ahora cada vez más la energía solar. Esa realidad se agrava, con la devastación de las florestas de nuestro planeta, como en las cuencas del río Amazonas y del Río Congo –como conocí directamente por medio de mi trabajo con la Red Eclesial Panamazónica, REPAM-. Con la pérdida de tanta área maravillosa de bosques, por la actividad humana, nuestro planeta pierde capacidad de absorver el dióxido de carbono”.
Actualmente, muchas comunidades, “especialmente las más vulnerables, sienten los resultados del aguijón de la sequía; la devastación de las inundaciones súbitas y violentas; la desaparición de las especies en las aguas donde las familias pescaban durante siglos”.
Como rezaba San Francisco de Asís, enfatizó Hummes: Señor, haz que seamos instrumentos de tu Paz, “Que donde haya duda, siembre yo la fe. Donde haya desesperación, construya esperanza. Y donde hubiera tristeza, alegría”… “Esta oración, no es pasiva. Ella nos pide vivir los caminos de Dios, sembrar su presencia dentro de la historia humana. Ella, exige el coraje de vivir el amor a todo lo que Dios Creó”.
Es por eso, concluyó, “que yo me junté con alegría a mis hermanas y hermanos católicos en el clamor a los negociadores de la COP21 para que desarrollen los marcos internacionales necesarios para una justicia climática y, también, para lograr la prudencia y la firmeza, que con la gracia de Dios, protegerán a la creación y nos ayudarán a traer la paz a todo el mundo”.
La entrega de 1.780.528 firmas, a las autoridades de la COP21 y del gobierno Francés, se realizó en la Basílica de Saint Dennis, París, este 28 de noviembre. Junto a los líderes del Movimiento Católico Mundial por el Clima, participaron miembros de la REPAM, CIDSE, Cáritas Internationalis y líderes religiosos de diversos credos del mundo.