Bogotá, 17-11-2015 (REPAM).- Durante muchos años, en la Amazonía peruana, los indígenas Cocama no éramos considerados como seres humanos sino que fuimos tratados como animales, hechos para la explotación y para el trabajo en el caucho, en la tala de madera, en la explotación petrolera. Lo afirmó el líder Cocama Alfonso López Tejada, en su intervención en el encuentro de la Red Eclesial Panamazónica, REPAM.
Reconocemos que la Iglesia Católica fue la primera en escribir nuestra historia, en acompañarnos en nuestra luchas por la vida. Porque nosotros estamos en lucha, pero no exigimos mucho, solo exigimos respeto. Los pueblos Cocama tenemos conocimientos, tenemos cultura, tenemos dignidad. Ku-Kama significa “el hombre que vive (que mama) de la tierra”
“Actualmente, uno de los grandes problemas que sufrimos es la contaminación producida por las empresas petroleras. Durante 45 años, diversas empresas petroleras han extraído miles de barriles de petróleo. 45 años en los que estamos sufriendo la contaminación de nuestros ríos y tierras. 45 años en los que las empresas petroleras solo han dejado pobreza, han empobrecido nuestros bosques, han empobrecido nuestros ríos y lagunas”.
El pescado que hoy consumimos, afirmó Alfonso López, está contaminado con metales pesados y sustancias químicas dañinas. Pero también está contaminado el aire que respiramos y los productos vegetales que consumimos. Nuestras futuras generaciones sufrirán deformaciones genéticas. ¿Qué futuro les espera a nuestros pueblos?, preguntó a los obispos católicos.
En la cultura occidental, afirmó el líder indígena, el desarrollo es igual a destrucción. “Nosotros no estamos con ese desarrollo. Para la indígenas Cocama, la vida plena es la que ha sabido convivir en armonía con la naturaleza. Con la madre tierra no tenemos solo una relación material, con ella tenemos también una relación espiritual. Porque los Cocamas venimos del agua y de la tierra, porque en la tierra están los huesos de nuestros antepasados y porque allí descansarán también nuestros cuerpos”.
“Tenemos derechos y esos derechos no se negocian. Exigimos a nuestros gobiernos que busquen una política social y medioambiental responsable. Y para avanzar en ese esfuerzo, necesitamos que la Iglesia Católica nos acompañe y apoye en este caminar. Tenemos muchas cosas en común con la Iglesia: la defensa de la vida, la defensa de la naturaleza, la defensa de la ecología, la defensa de la dignidad de todos los pueblos”.
Felizmente, indicó el líder amazónico, El Papa Francisco nos está ayudando y nos anima a defender a la madre tierra, a defender la Amazonía, a defender la vida, a defender a los pueblos de la Pan-Amazonía.