El cardenal Claudio Hummes, en su discurso inicial de la Asamblea Eclesial de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), realizada los días 26 y 27 marzo, invitaba a vivir ese momento como “un espacio donde el Espíritu Santo nos permita tener la parresia y la apertura para seguir encontrando los nuevos caminos necesarios para que nuestra Ceama pueda responder con fuerza a la realidad que hoy nos interpela”.
Por Luis Miguel Modino
Refiriéndose a la reforma de la Curia, el cardenal Hummes ve en eso cómo el papa Francisco “nos interpela para seguir ese camino de nuestra propia reforma en la Iglesia”, y como Ceama a “ser más sinodales y responder con mayor claridad a los signos de los tiempos en nuestra querida Amazonía”. Junto con ello a ser “un instrumento coherente con aquello que es nuestro llamado para encontrar los modos más propicios para construir Reino en este territorio, es decir, acompañar a los pueblos y comunidades que aquí habitan, y a la Iglesia a su servicio”, siguiendo lo pedido en el Sínodo.
El cardenal ha recordado a los millones de víctimas de la pandemia, señalando que “en la Amazonía el impacto ha sido mucho mayor, desnudando las otras pandemias de la exclusión, desigualdad y racismo presentes en este territorio”, a quienes ha rendido un profundo homenaje. También se ha referido a la Querida Amazonía, que junto con el Documento Final del Sínodo ve como instrumentos que han ayudado a discernir y diseñar cómo concretar el Organismo Eclesial Regional Postsinodal para la región amazónica.
Todos somos necesarios
Todo ello se vio condicionado por la pandemia y sus consecuencias, algo que no detuvo el trabajo, inspirados por la oración del papa Francisco el día 27 de marzo de 2020, donde “nos señaló que nadie se salva solo, que todos estamos en la misma barca y que por lo tanto todos somos necesarios”, recordó el cardenal.
En ese tiempo, “la Iglesia en la Amazonía estuvo allí, asistiendo, incluso dando la vida”, afirmó el purpurado, algo que se concretó en el trabajo de la REPAM, que acompañó “a los pueblos amazónicos en esta experiencia donde los impactos se incrementaron”.
Asamblea Eclesial fruto del Sínodo Amazónico
En relación con la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, el cardenal Hummes la define como “otro fruto del proceso sinodal Amazónico, y una expresión elocuente del paso de la periferia al centro en la reforma sinodal de la Iglesia”, hasta el punto de ver muchos de los desafíos surgidos de esa experiencia, como “fiel reflejo de los cuatro sueños de Querida Amazonía”.
La CEAMA, que definió como “experiencia inédita en la Iglesia Universal”, ha ido siendo moldeada por el tiempo y los desafíos del trabajo, según el purpurado. En ese sentido, “la confirmación canónica firmada por el Santo Padre en diciembre de 2021 es un hecho que nos impulsa a mejorar, a crecer y a compartir esta peregrinación que nuestra amada Amazonía requiere, anhela y necesita”, afirmaba el cardenal Hummes.
Necesidad de ajustar los estatutos
Ante la actual situación, llamó “a reflexionar sobre la necesidad de ajustar nuestros estatutos, para tornarlos más eficaces y específicos”, definiendo el estatuto como “el instrumento rector de nuestro funcionamiento”. Para ello pidió “pequeñas readecuaciones que contribuyan a elevar la participación de todas las voces que están llamadas a colaborar de modo más explícito en nuestra CEAMA”.
En ese sentido, sugirió la creación de una Vicepresidencia Laica, como “un instrumento propicio”, a lo que se unan otras funciones. Por ello, el cardenal Hummes pidió “un estatuto que sea favorable a la buena gestión de la Ceama, que asegure un permanente y adecuado diálogo” con diferentes instituciones latinoamericanas y que sea acogido por la Santa Sede.
Renuncia al cargo de presidente
En vista de “tejer una estrategia de mayor encarnación territorial que fortalezca los caminos de la Ceama”, y el tiempo y esfuerzo que eso precisa, presentó su renuncia al cargo de presidente, dadas sus actuales condiciones de salud, algo que ya ha comunicado al Santo Padre.
Finalmente, recordando los dos años de la Statio Orbis, llamó a que “en medio de las aguas movidas, seguimos construyendo nuestros sueños amazónicos con la confianza de que es el Señor de la vida el que nos conduce, nos llama a tener calma, y nos invita a confiar en un futuro donde nos encontremos en una verdadera fraternidad universal, como lo soñaba el Santo de Asís”.
Fuente: Prensa Celam