La conmemoración de los 50 años de Santarém puede considerarse uno de los momentos fundamentales de la Iglesia en la Amazonía en 2022. Recordar un momento histórico, que ayudó a asumir los nuevos caminos nacidos en el Concilio Vaticano II y latinoamericanizados en Medellín en 1968.
Por Luis Miguel Modino
Del 6 al 9 de junio, en el Seminario San Pío X, el mismo lugar donde tuvo lugar el encuentro hace 50 años, casi 100 participantes, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y laicas, de la Iglesia de la Amazonía y de otros lugares de Brasil y de América Latina, quieren actualizar, a la luz del camino recorrido, especialmente de las orientaciones surgidas del Sínodo para la Amazonía, el legado de Santarém, que se basó en la concreción de una Iglesia encarnada e inculturada.
El encuentro pretende ser un momento de espiritualidad, destacando la acogida de Nuestra Señora de Nazaret, patrona de la Amazonía, que viajará desde Belem para estar presente en un momento singular de la vida de la Iglesia en la región. La presencia de Nuestra Señora de Nazaret pretende ser también un reconocimiento a la religiosidad popular en la Amazonía, un apoyo secular para la fe de los pueblos del bioma amazónico.
Presencia de María, Reina de la Amazonía
Esta presencia, según el padre Vanthuy Neto, tras lo ocurrido en Aparecida, quiere hacer visible “la religiosidad popular y la maternidad de María“. El sacerdote de la Diócesis de Roraima recuerda que, en el Documento de Santarém, Nuestra Señora de Nazaret es considerada “Reina de la Amazonía”. De ahí que vea tres significados en esta presencia: el encuentro no es sólo de los obispos, sino un encuentro que quiere dialogar con la experiencia de la religiosidad popular, de la piedad, de la fe del pueblo, algo presente en el Cirio de Nazaré; para pedir que ayude a concretar en la Amazonía las experiencias de esta Iglesia que cada vez más quiere armar su tienda en medio del pueblo y que el Evangelio se convierta en levadura en la vida de las comunidades, de la sociedad; agradecer a la Madre de Jesús su compañía, y en el servicio, del que es modelo, salir al encuentro de los más frágiles y necesitados, acogiendo el Misterio de Dios que se da en medio de los pobres.
También habrá una Eucaristía de Acción de Gracias por los 50 años del Documento y los frutos recogidos en el camino. Junto a ello, otra celebración recordará a los mártires de la Amazonía, hombres y mujeres que, movidos por el Evangelio, dieron su vida en defensa de nuestra casa común y de los pueblos que habitan la región amazónica.
Encarnarse en la realidad y la evangelización liberadora
El encuentro tendrá lugar 50 años después de que “la Iglesia en la Amazonía asumiera la misión de encarnarse en la realidad y la evangelización liberadora, una misión que sigue siendo necesaria y urgente”, según Mons. Mario Antonio da Silva. El arzobispo de Cuiabá afirma que por eso “50 años después recordamos y asumimos nuevos compromisos”. El segundo vicepresidente de la Conferencia Nacional de Obispos Brasileños (CNBB), aclara que “debemos revisar y permanecer ligados al espíritu que generó el Documento de Santarém como un proceso misionero”.
Mons. Mario Antonio utiliza la imagen de los sarmientos y de la vid como “indicación de que podemos seguir produciendo frutos para la vida humana y para toda la Creación, en la Amazonía y en todo el mundo“. Insiste en que “celebrar los 50 años de Santarém es asumir el compromiso de caminar juntos, de ser una Iglesia sinodal, y de responder a los desafíos de hoy como pastores cercanos al rebaño y desafiados por las periferias existenciales y geográficas”.
El arzobispo de Cuiabá dice que también ve la celebración de Santarém como una oportunidad para “proclamar la sabiduría de los pueblos originarios de la Amazonía, y reconocer que nuestras comunidades ofrecen respuestas a los problemas de la Amazonía“. Por ello, subraya que «es necesario escuchar a las comunidades y valorar sus conocimientos, experiencias y culturas». Finalmente, Mons. Mario Antonio da Silva, dice que “la Iglesia en la Amazonía se reúne y renueva los compromisos por la vida y la vida en abundancia para todos”, pidiendo que “el Espíritu Santo nos ilumine en los preparativos y la realización del Encuentro: 50 años de Santarém en la vida de la Iglesia en la Amazonía”.
Partir del análisis de la realidad
El encuentro comenzará con un análisis de la coyuntura sociopolítica y eclesial, algo de fundamental importancia ante la realidad actual, condicionada por los ataques a la selva y a los pueblos que la habitan, por el ambiente político, cada vez más convulso de cara a las elecciones que tendrán lugar este año 2022, y por la realidad eclesial, fuertemente marcada por la pandemia, pero esperanzada ante este tiempo sinodal que se está viviendo.
Durante el encuentro se preparará un Documento Final, un Mensaje al Pueblo de Dios, un Mensaje al Papa Francisco y un Mensaje al Cardenal Claudio Hummes, presidente durante muchos años de la Comisión Episcopal para la Amazonía de la CNBB, de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y primer presidente de la Conferencia Eclesial Amazónica (CEAMA), que está en tratamiento de salud.
Fuente: CELAM