La Red Eclesial Panamazónica – REPAM y Cáritas Madre de Dios realizaron del 26 al 28 de mayo el II Encuentro del Núcleo de Justicia Socioambiental y Buen Vivir en Puerto Maldonado, Madre de Dios, Perú.
Por Diego Aguiar – Articulação REPAM
En el encuentro se hicieron presentes representantes de la Secretaría de la REPAM y de REPAM-Perú, Cáritas Pando/Bolivia, Cáritas Madre de Dios/Perú, el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), la Dirección Desconcentrada de Cultura, la Asociación de Agricultura Ecológica (AAE), la Asociación para la Investigación y Desarrollo Integral (Aider), el Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia) y agricultores de las zonas y líderes de comunidades nativas.
El objetivo del encuentro era conocer e intercambiar experiencias en sistemas productivos agroecológicos y el fortalecimiento de la soberanía alimentaria.
Intercambio de experiencias
En el primer día, los 25 participantes realizaron una presentación de las actividades agroecológicas que desarrollan en sus comunidades y los desafíos que vienen enfrentando. Se destaca la producción orgánica de cacao, copoazú, castaña y biohuertos familiares.
Después del compartir de las experiencias, se hizo una presentación sobre la Red Eclesial Panamazónica por parte de los miembros de la Secretaría Ejecutiva de la Red, Diego Aguiar, coordinador de articulación, y Rodrigo Fadul, secretario adjunto. El padre Valerio Sartor, miembro del equipo coordinador del Núcleo de Justicia Socioambiental y Buen Vivir presentó el trabajo y proyecto que se viene realizando. En seguida, se abrió un espacio de comentarios y aclaraciones, donde se destacó la importancia de sentirnos miembros de la REPAM, fortaleciendo el sentir con la Iglesia Amazónica.
Siembra y preparación de la cocina nativa
En el segundo día se llevó a cabo un “Aula Viva” en el Ecocentro, espacio gestionado por la AAE, que se basa en la metodología que incentiva a los agricultores a hacer uso de los Sistemas Agroforestales (SAFs) orgánicos sin quema y con diversidad de productos. Luego de hacer la demonstración del diseño en seco de la “chagra”, de la escasez y de la abundancia, los participantes fueron al campo para sembrar diferentes especies de plantas, en una parcela agroforestal orgánica.
“Estamos impulsando un sistema de protección y recuperación de suelos que nos permite recuperar los bosques de una manera muy natural, necesario para el cuidado de nuestra casa común. A demás, las familias tienen la oportunidad de tener una gran diversidad de productos para su sustento y para mejorar sus medios de vida”, destacó el padre Valerio Sartor.
Durante la segunda parte de la jornada, se hizo el ejercicio del “mandala de la abundancia”, con los diversos productos de la región. Este momento abrió espacio para la reflexión y para una breve explicación de la importancia de tener una alimentación equilibrada, que contiene básicamente tres grupos de alimentos: vitaminas, carbohidratos y proteínas. El ejercicio práctico llevó a los participantes a preparar diversos platos, según cada grupo de alimentos.
“Hemos realizado una cocina nativa ancestral con una variedad de platillos altamente diversificados, fusionando nuestros productos para hacer recetas innovadoras como el puré de uncucha, el nina juane, yucas en finas hierbas, pescado en paca, camote con queso, entre otras comidas saludables que contribuyen con la seguridad alimentaria”, enfatizó Juan Carlos Navarro Vega, secretario general de Cáritas Madre de Dios.
Semillas de abundancia
En el tercer día, se realizó, bajo la coordinación de Cesar Ascorra, un análisis del contexto amazónico con sus amenazas, sobre todo con la minería ilegal en la zona de Madre de Dios. A su turno, los participantes relataron las experiencias de sus comunidades frente a la vulnerabilidad de sus recursos naturales.
En el marco del diálogo, se discutió sobre el rol de las mujeres como transmisoras de la sabiduría ancestral en el fortalecimiento de la familia y para la revaloración cultural, así como la importancia de su participación como lideresas en sus comunidades.
La evaluación final del encuentro fue muy positiva. Los participantes llevan un aprendizaje muy importante para sus comunidades y el compromiso de ser multiplicadores.
Para el cierre del encuentro se celebró una Eucaristía en acción de gracias por lo vivido y aprendido, pidiendo que el Dios de la vida siga nos fortaleciendo para seguir sembrando semillas de abundancia en tierra buena, iluminados por la parábola del sembrador (Lc 8, 4-8).
El próximo encuentro del Núcleo de Justicia Socioambiental y Buen Vivir en los territorios será realizado en el mes de junio, en el Estado de Pará, en Brasil.
Fuente: REPAM