El domingo 29 de mayo, la Iglesia fue sorprendida con la convocatoria de un nuevo consistorio, donde el Papa Francisco nombró a 21 cardenales, 16 de ellos electores, menores de 80 años. También fue una sorpresa para los propios elegidos, entre ellos Mons. Leonardo Ulrich Steiner, Arzobispo Metropolitano de Manaos.
Por Luis Miguel Modino
En un encuentro con la prensa local, el nuevo cardenal dijo que el domingo por la mañana se sorprendió, ya que el Papa Francisco no suele comunicar nada de antemano. Mons. Leonardo dijo que al principio se mostró algo incrédulo, dada la falta de anuncio oficial.
Según el arzobispo de Manaos, “es una alegría para todos nosotros en la Amazonía”, insistiendo en que “mi nombramiento no se refiere sólo a mi persona”. Destacó cómo “el Papa Francisco tiene un afecto especial por la Amazonía y por las iglesias que están en la Amazonía”, recordando el hecho de que tuvo la delicadeza de llamar por teléfono en el momento de la pandemia. Ahora, con este nombramiento, “demuestra una vez más su cercanía a nuestras iglesias, su cercanía a nuestra región“, subrayó Mons. Leonardo Steiner, insistiendo en que “por eso nos alegramos”.
Alegría de tener un cardenal en la Amazonía
El hecho de ser cardenal es visto por el nuevo purpurado como “una responsabilidad que uno asume en la Iglesia”, destacando que “lo más importante que veo en la reacción de los obispos y de tantas personas que se pusieron en contacto conmigo, es la alegría de tener un cardenal en la Amazonía, que la Amazonía no ha sido olvidada por el Papa“. Refiriéndose al nombramiento del nuevo cardenal en Mongolia, una Iglesia en la que no hay ni dos mil católicos, Mons. Leonardo dijo que “el Papa está mirando a las periferias, el Papa está mirando hacia donde la Iglesia puede estar muy viva, una Iglesia que puede ir construyendo su historia, como nuestra Iglesia en la Amazonía ha ido construyendo su historia”.
El arzobispo de Manaos se mostró feliz “de poder participar más intensamente en la construcción de esta Iglesia que quiere ser una Iglesia cada vez más misionera, cada vez más presente y cada vez más viva“. Mons. Leonardo también agradeció las manifestaciones de afecto, cercanía y alegría, pidiendo a la gente que rece por él, “para que pueda ejercer este verdadero ministerio con el Papa en buena disposición y así ayudar a la Iglesia a hacerse cada vez más presente y hacer visible el Reino de Dios, Jesús Resucitado”.
El título no cambia nada
Ante las preguntas de los periodistas, el nuevo purpurado explicó lo que representa la misión de los cardenales en la Iglesia, así como los detalles del consistorio que tendrá lugar en Roma el 27 de agosto. También explicó los detalles del consistorio que tendrá lugar en Roma el 27 de agosto. Mons. Steiner afirmó que en su trabajo diario “el título no cambia nada, sólo un poco más de trabajo“, recordando la visita ad limina de los obispos del Regional Norte1, junto con el Regional Noroeste, que tendrá lugar en junio.
Mons. Steiner afirmó que dos personas le habían dicho que su nombramiento es fruto del Sínodo, recordando el proceso del Sínodo para la Amazonía y el actual Sínodo de la Sinodalidad. A la luz de esto, dijo que “tal vez el Papa está pidiendo a nuestras Iglesias que asuman realmente el Sínodo, especialmente la Querida Amazonía y el Documento Final“. En este sentido, insistió en que “los obispos de la Amazonía están muy dispuestos”, destacando una vez más que “las manifestaciones de afecto y alegría colegial fueron muchas por parte de los obispos. Creo que todos estamos muy dispuestos a ayudar al Santo Padre a ser una Iglesia muy misionera, especialmente una Iglesia sinodal”.
Una responsabilidad de animación
Sobre su nuevo papel y su nueva responsabilidad dentro de la Iglesia en la Amazonía, el arzobispo Leonardo afirmó que “tal vez la responsabilidad sea de animación“, destacando que “nuestras iglesias católicas en la Amazonía son muy activas”. En referencia al Documento de Santarém, que está cumpliendo 50 años, hecho que será conmemorado del 6 al 9 de junio con un encuentro de los Obispos, en el mismo lugar que ocurrió hace 50 años, Mons. Leonardo dijo que ve este Documento como algo decisivo, viendo el Sínodo para la Amazonía como uno de los frutos del Documento de Santarém.
En relación con este Documento, “que parte de dos premisas, que son la encarnación y la liberación, son dos premisas fundamentales para que la Iglesia sea realmente la Iglesia que es en la Amazonía”. Según el arzobispo de Manaos, “está claro que con el Sínodo tendremos que dar muchos otros pasos, para lograr una participación aún mayor de los laicos, que ya es muy expresiva, pero también una Iglesia que sepa escuchar más y hacer participar a los laicos en los momentos de decisión“.
Celebrar los 50 años de Santarém representa un compromiso de los obispos con Santarém, con el Vaticano II y con el Sínodo, esperando dar su contribución para que “sea una Iglesia muy viva, una Iglesia de pequeñas comunidades, una Iglesia de comunidades eclesiales de base, una Iglesia profundamente encarnada, una Iglesia profundamente inculturada, una Iglesia que pueda realmente escuchar a los pueblos indígenas y encontrar sus expresiones también en la celebración, sus expresiones teológicas, en la reflexión y en la oración”, algo que requiere un esfuerzo, un cuidado, un buen espíritu para continuar nuestro camino.
Fuente: CELAM