De 11 a 15 de julio se realizó una visita a las comunidades indígenas ashuar que viven junto a la frontera con Perú.
Por Mons. Rafael Cob *
Rumbo a Kapawi: madrugando tempranito llegamos al aeropuerto. El piloto y el avión debían estar listos para volar, pero no fue así. SIempre el misionero está acostumbrado a los imprevistos. La avioneta que nos debía llevar no estaba porque el día anterior no pudo regresar a la base por el mal tiempo y se quedó en la ciudad de Coca. Ahora tendremos que esperar a que pueda regresar, porque el tiempo es bueno y está despejado, con un sol que pronostica que el vuelo será placentero.
Oh sorpresa. Después de esperar dos horas, nos comunican que saldremos en un vuelo con turistas que van a Kapawi. Ellos a contemplar aquellos bonitos paisajes haciendo turismo; nosotros a evangelizar, acompañando a estos pueblos que caminan como pueblo de Dios y necesitan fortalecer su fe. Que fines tan distintos, pero por caminos diversos la creación de Dios enriquece a los hombres y cuida de los suyos.
Aterrizamos en la comunidad de Kashurka, donde bajan los turistas para ir al hotel. Nosotros seguimos a la pista de Kapawi, donde nos esperan las hermanas misioneras Lupita y Gabriela, dos hermanas del valiente equipo de religiosas mexicanas cuya congregación, Familia de Corde Jesu, lleva más de 28 años de fidelidad a la misión encomendada en estos rumbos del interior de la selva.
La hermana Magdalena, que me acompaña, misionera también de comunidades indígenas no conocía esta zona y va observando lo que ve a su alrededor. Los niños que corrieron a la pista al oir el ruido del avión, nos ayudaran para llevar nuestra carga hasta la casa de la misión donde la Hna. Fausta está preparando el rico almuerzo. Miestras tomamos un jugo natural, las hermanas nos comentan que las jóvenes del internado que la misión tiene se fueron ya de vacaciones a sus comunidades. La Hermana Gabriela nos comparte el programa para estos días, que serán abundantes de gracia y bendición para estas comunidades indígenas.
Primer día
En la tarde, tendremos las confesiones de los que mañana recibirán diferentes sacramentos. Terminadas las confesiones, con la hermana Magdalena nos bajamos a la plaza del pueblo a ver de cerca el río Pastaza, majestuoso por la anchura que su cauce alcanza después de recorrer cientos de kilómetros. Parece más pequeños mares.
Visitamos también el colegio que está junto al río. Conversamos con algunos alumnos que están en clases de recuperación. Nos comentan que el número de alumnos de esta unidad educativa es de aproximadamente de 150 alumnos. Tras contemplar un hermoso atardecer, se acaba el dia. Festejan nuestra llegada una apetitosa y rica pizza, hecha por las hermnas de forma artesanal. Nos acompaña en la merienda el doctor de guardia que está en la comunidad. Con una linda sobremesa nos vamos a dormir, dando gracias a Dios por este primer día de nuestra visita. Mañana nos tocara madrugar.
Segundo día
Las campanas tocaran a las 6am para convocarnos a la oración de laudes y después la celebración de los sacramentos. La gente ha ido llegando hasta llenar la capilla. El obispo preside la ceremonia acompañado de los catequistas de la comunidad: Chikui y Marcelo, que entonaran los bellos cantos en shuar. Habrá bautismos confirmaciones y primeras comuniones, desde niños hasta mayores como Calixto, uno de los primeros moradores de este sector. Catorce hicieron su primera comunión; los confirmandos, como el joven Gonzalo y el abuelo Calixto, nos invitaran a su casa para el almuerzo, con gallina criolla y caldo de gallina.
En la tarde decidimos visitar a los enfermos, especialmente a una parejita de ancianos que hace años casé en santo matrimonio. Por su enfermedad no pueden llegar a la capilla, así que les llevamos la sagrada comunión y conversamos con ellos. Son una linda parejita que vive cerca de sus hijos, que se llaman Sumpaish y Yampanás. Así culminaríamos el dia con una suave lluvia que nos acompañó en el camino hasta la misión, donde tras la oración y la merienda, nos fuimos a descansar de nuestro segundo dia de visita a nuestros hermanos ashuar.
Tercer día
Llegamos al tercer día de nuestra misión. Después de la abundante lluvia de la noche amanecimos con día nublado, en este día esta programado visitar la comunidad de Suwa. El catequista Marcelo será nuestro piloto. Zarpamos del puerto, río arriba, rumbo a la comunidad Suwa, donde nos esperan para celebrar varios sacramentos.
En el camino la lluvia se hizo presente y fue creciendo hasta llegar a la comunidad. Desembarcamos y la lluvia no nos dejaría empezar a la hora acordada. Esperaremos en la choza a que escampe, para después ir a la capilla, la cual habían adornado con ramas de palma y de flores del lugar.
En la primera parte de la mañana la dedicamos a confesar. Después iniciamos con la celebración de los sacramentos. En esta ocasión queremos destacar la celebración de tres matrimonios: de Marco con Maria; de Walter con Ana Margarita; de Luis con Yakeline. Es una novedad que haya tres matrimonios en una sola ceremonia. También celebramos 19 bautizos, la mayoría de ellos niños y adolescentes, mas también confirmaciones y primeras comuniones.
Toda una bendición de Dios para con los pobres, los preferidos por Dios, minorías con los mismos derechos que las mayorías para poder alimentar su fe y su esperanza. Amados por Dios con estos sacramentos que son alimento de su vida cristiana. Todos lo celebran como una sola familia que, con gran alegría, vive este paso de Dios por sus vidas. Habrá música y deporte para dar realce al acontecimiento. Todos expresan su agradecimiento a los misioneros porque no les abandonan, sino que les acompañan llevandoles la buena noticia del Evangelio.
* Mons. Rafael Cob es obispo del Vicariato de Puyo, en la Amazonía ecuatoriana