Forma parte del trabajo de incidencia política que lleva adelante Cáritas Española en defensa de los pueblos que habitan la Amazonía.
Por Cáritas
Desde su creación en 2011, el Foro anual de la ONU sobre las Empresas y los Derechos Humanos ha reunido a miles de representantes gubernamentales, organizaciones internacionales, empresas, sindicatos, sociedad civil y académicos con el objetivo de abordar y prevenir los impactos sobre los derechos humanos de las actividades empresariales y alcanzar una economía global más sostenible.
La 11º edición de este foro, que tiene lugar el 28 y 29 de noviembre en Ginebra, tiene como lema “las personas titulares de derechos en el centro: reforzar la rendición de cuentas para avanzar en el respeto corporativo de las personas y el planeta en la próxima década”. En esta edición el foro contará con la participación de Carlos Ajón, indígena kichwa y representante elegido por las comunidades afectadas por los derrames de petróleo en las cuencas de los Ríos Napo y Coca en la Amazonía ecuatoriana.
Carlos presentará en diversos espacios y encuentros la situación de su pueblo, con el soporte importante del 2º Informe Regional de Vulneración de los Derechos Humanos de la Amazonía donde, en su capítulo 1º, se recoge la terrible y estructural situación que están viviendo cada día miles de familias en la Amazonía ecuatoriana.
Carlos estará acompañado por monseñor Adalberto Jiménez, presidente de la REPAM-Ecuador y obispo de Aguarico, vicariato afectado por los vertidos del Oleoducto Transecuatoriano.
La asistencia de ambos en la principal plataforma de la ONU para el diálogo sobre las empresas y los derechos humanos forma parte del trabajo de incidencia política que lleva adelante Cáritas Española en defensa de las comunidades amazónicas. Es por ello que la delegación contará con el apoyo de Sonia Olea, experta de Derechos Humanos de Cáritas Española y responsable de incidencia política internacional de la REPAM a nivel de toda la región.
15.000 barriles de petróleo
El derrame de 15.000 barriles de petróleo el pasado 4 de abril del 2020 afectó a varias comunidades, seis en Orellana y seis en Sucumbíos (al noreste del país). Estas poblaciones desarrollan sus vidas en torno al río donde lavaban sus ropas, los niños se bañan y se abastecen de agua para sus cultivos.
El nivel de pobreza de estas provincias es el más alto del país, pero «gracias al apoyo de Cáritas y otras instituciones amigas, se está fomentando la formación y la organización para poder exigir derechos y plantear alternativas”, comenta monseñor Adalberto Jiménez.
La REPAM, de la que Cáritas Española forma parte como entidad fundadora, lleva tiempo haciendo un enorme esfuerzo por dar visibilidad a la situación de vulneración de DDHH de los pueblos que habitan la Amazonía –que se ha visto agravada como consecuencia del impacto de la Covid-19 en toda la región— y de reforzar el papel de interlocución de la REPAM en todos los foros internacionales.
El pasado mes de abril la REPAM presentó en Nueva York y Washington en reuniones de alto nivel en el Sistema de Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americano las constataciones recogidas en el informe citado, que en estos días se presenta ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra y varios de sus mecanismos especiales.
Fuente: Cáritas