Achakaspy es el seudónimo que el misionero capuchino P. Josè Miguel Goldáraz emplea para firmar sus cartas. Achakaspy significa, en lengua quichua, “mucha madera”, “muchos árboles” o “mucha selva”, y así le dicen los indígenas con quienes ha convivido por más de 40 años.
Achakaspy comenzó a escribir estas cartas mucho antes de aparecer Alabado Seas. Cáritas Ecuador publicó sus 11 cartas en su página web entre marzo y septiembre de 2014. Hoy, las cartas de Achakaspy cobran una validez especial, pues se van cumpliendo tristemente sus contenidos: en la Amazonía ecuatoriana aumenta la deforestación, la extracción petrolea continúa y sigue contaminando, los colonos aumentan, el monocultivo de la palma africana amenaza con desertificar el suelo, la minería ilegal arrasa árboles y contamina ríos, en fin, los males no paran y el trabajo de cuidar la Selva aumenta.
La REPAM considera que las cartas de Achakaspy constituyen un documento importante, tanto en su carácter de denuncia como en su sentido de testimonio con respecto a las actividades de la iglesia en el corazón de nuestra Amazonía. Por esta razón pone a consideración de ustedes, queridas lectoras y lectores, estas cartas llenas de información e indignación por los abusos que se cometen en la selva contra la selva misma y, sobre todo, contra sus habitantes ancestrales.
La arqueología y la antropología están cerca de demostrar que las primeras culturas amazónicas ecuatorianas pueden tener más de 5.000 años de antigüedad y, en cuanto a la domesticación del cacao, pueden haber pasado más de cuatro mil años. Esto nos demuestra que estamos defendiendo una herencia cultural que nos han dejado pueblos que durante miles de años han vivido en armonía con la Selva y han sabido cuidarla.
Hoy, estos pueblos primigenios están amenazados física, cultural y espiritualmente. Y es compromiso primero de la REPAM el defender la vida humana y natural que habita este sagrado territorio, legado por Dios a la humanidad entera.
Amazonizar el planeta es un enfoque válido. La REPAM conoce muy bien el peso específico de la Amazonía como bioma clave para la conservación de la vida en el planeta. Por esta razón cree que amazonizar el planeta es un deber de la especie humana si ésta se empeña de veraz en el cuidado de la Creación. Los contenidos de las cartas de Achakaspy son de gran valor para poder defender la Selva, pues es difícil proteger lo que no se conoce.
Te invitamos pues a tomar contacto con una información de primera mano, nacida de la fuente misma, tomada en el lugar en que suceden los hechos. Y, sobre todo, tendrás una visión objetiva, veraz y pertinente de lo que sucede en nuestra selva amazónica, proporcionada por un misionero que ama a sus habitantes y ve en la Naturaleza la obra infinitamente bondadosa del Creador. Por eso ha estado con ella y con sus habitantes por más de 40 años.
Cada quince días subiremos a esta página una de las cartas que Achakaspy nos envía desde el corazón de la Amazonía. Esperamos así contribuir en la difusión de la problemática que vive la Selva y sus habiantes, buscando claridad y, sobre todo, tratando de encontrar soluciones a tan graves amenazas. Contamos contigo para defender nuestra Casa Común.
Escuchemos el llamado de Achakaspy.