El coronavirus llegó al norte amazónico del país y en su recorrido amenaza incluso la supervivencia de algunos pueblos indígenas que se encuentran en peligro de extinción. Es el caso del diezmado pueblo Araona.
La Capitanía del Pueblo Indígena Araona (CAPIA) emitió en los últimos días un manifiesto que en su parte saliente señaló: “Denunciamos el sistemático abandono al que tienen sometido a la Nación Araona por parte de la Gobernación de La Paz, la Alcaldía del Municipio de Ixiamas y otras entidades del Estado”.
Recordaron a las autoridades que “la nación Araona es un pueblo altamente vulnerable y con peligro de extinción, cuyo índice de natalidad es de dos nacimientos por años”.
“No queremos pensar que estas autoridades buscan nuestra extinción al no ofrecernos la ayuda que nos corresponde como ciudadanos bolivianos”, manifestaron.
Desesperados ante la falta de atención de las autoridades departamentales paceñas, también anunciaron que viajarán en canoa hasta el municipio de El Sena en busca de ayuda, medicamentos y comida para afrontar la pandemia.
Por ello, la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP) y el Instituto de Investigaciones Antropológicas y Arqueológicas de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) realizan una campaña de recolección de ayuda para los pueblos indígenas de la Amazonia, particularmente el pueblo Araona que habita en la confluencia entre La Paz, Pando y Beni.
Desde la UMSA, el investigador y antropólogo Jedu Sagárnaga, en contacto con la Red ERBOL, confirmó y lamentó la situación de extrema vulnerabilidad en la que se encuentra el pueblo Araona, pues el coronavirus ya infectó a más de 10 familias.
Sagárnaga explicó que los araonas se han declarado una nación que no desea tener contacto, aunque inevitablemente deben relacionarse con otros pueblos indígenas para intercambiar alimentos y productos como la castaña.
El antropólogo consideró que los gobiernos aprovechan el semiaislamiento voluntario en el que se encuentran los araonas y por ello no atienden sus necesidades y derechos más elementales: “No les construyen postas sanitarias ni escuelas”.
Cree que al darse dicho intercambio de alimentos con otros pueblos, estas aproximadamente 10 familias se contagiaron con COVID-19. Señaló que gracias a antropólogos que trabajan en la zona establecieron nexos para pedir ayuda
Detalló que es difícil llegar al lugar, que solo se puede arribar por vía aérea y generalmente se lo hace por vía fluvial. Sostuvo que por dichas razones se inició la campaña de recolección de fondos para que se puedan adquirir los medicamentos y lo necesario para que los araonas enfrenten la pandemia.
Cabe mencionar asimismo que la CPILAP durante los últimos días de julio difundió un pronunciamiento declarándose en estado de emergencia debido a los contagios que se presentan en los pueblos indígenas amazónicos situados en el norte del departamento de La Paz.
En el caso araona, el investigador apuntó que la búsqueda de madera por terceros en su territorio hizo que sufran abusos por este rico recurso que poseen. Sagárnaga también lamentó que durante los catorce años del gobierno del llamado proceso de cambio solo se benefició a aymaras y quechuas de quienes dijo que ocupan los territorios indígenas del trópico con una vocación de conquista que siempre han tenido, citando el ejemplo de lo ocurrido con el TIPNIS.
El académico igualmente recordó que ya en la época del extractivismo gomero la población de la nación Araona fue fuertemente disminuida a causa de las condiciones de esclavitud, explotación y las enfermedades a finales del siglo XIX y principios del s. XX.
(La cuenta para depositar fondos para los Araona es 10000019669742 y está a nombre Jedu Sagárnaga. También la CPILAP está recolectando ayuda).
Por Erbol