La Conferencia Eclesial de la Amazonía acaba de dar a conocer el nombramiento de su nuevo secretario ejecutivo, el jesuita Alfredo Ferro, quien agradece a Mauricio López por su servicio como secretario interino durante los diez primeros meses de la CEAMA, que fue creada “a partir del compromiso que hace el Sínodo amazónico”.
Por Luis Miguel Modino *
El nuevo secretario ejecutivo de la CEAMA resalta que “el Sínodo no habla propiamente de una Conferencia Eclesial, sino de una Conferencia Episcopal”. Fruto de la reflexión, algo que le parece muy acertado al padre Ferro, “hizo que se pensara en una Conferencia Eclesial, que es una novedad”. Ya han sido elaborados los estatutos, que han sido entregado a la Congregación de los Obispos, en el Vaticano, y ahora están en revisión. En cuanto se espera la aprobación canónica, el jesuita señala que “estamos en la elaboración de un reglamento para esa Conferencia Eclesial”.
Alfredo Ferro reconoce que “la responsabilidad de la secretaria ejecutiva es grande”, aunque él mismo afirma que será un trabajo en equipo, a lo que se une la perspectiva de “una fuerte articulación con los organismos eclesiales, con la REPAM, con el CELAM, dado que propiamente la CEAMA anida en el CELAM, aunque tiene su autonomía, también con la CLAR, con las Caritas, con las conferencias episcopales, con las jurisdicciones eclesiásticas”. En opinión del secretario ejecutivo de la CEAMA, “hay un interés muy grande de ir tejiendo esas relaciones al interior de la Iglesia”, destacando el clima favorable, de apertura, de búsqueda común, en esa propuesta de sinodalidad, de caminar juntos como Iglesia, “rompiendo fronteras y, al mismo tiempo, buscando un vínculo y una articulación muy fuerte”.
Plan de Pastoral de Conjunto
Una de las grandes expectativas, que asume como trabajo de la secretaría ejecutiva, es “ir formulando un plan de pastoral conjunto de la Iglesia amazónica”, que ve como “el foco de la tarea y de la misión”. Para concretarlo, “el Sínodo nos presenta como algunas pistas, sobre todo en la busca de ese rostro amazónico, de una Iglesia inculturada y en diálogo intercultural, una Iglesia muy cercana a los pueblos amazónicos”. En ese punto, el padre Ferro ve como uno de los desafíos de la CEAMA, “ver en qué manera se implican todos los estamentos eclesiales, pero no solo eso, las comunidades, los territorios, los pueblos en general, y sobre todo desde lo local, esas jurisdicciones eclesiásticas, que en la Amazonía son más de 100”.