Mi particular visión de la Iglesia está muy unida a los Animadores de Comunidades Cristianas, que presiden la comunidad cristina y responsables por presidir muchas celebraciones en las comunidades.
Por Mons. Miguel Ángel Cadenas *
Me preguntan por los desafíos de la Iglesia. Es ingenuo por mi parte responder individualmente. La Iglesia está inserta en un proceso interesante de “caminar juntos” que se denomina “sinodalidad”. Es fundamental la escucha. Este camino comunitario permitirá una visión más global, más abarcadora, donde se involucre más gente, donde se implique el Cuerpo de Cristo, la Iglesia. En este sentido son fundamentales los laicos.
Animadores de Comunidades
Mi particular visión de la Iglesia está muy unida a los Animadores de Comunidades Cristianas. Cuando llegué a la selva ya existía este ministerio. Son personas en sus comunidades que presiden la comunidad cristiana.
Su trabajo consiste fundamentalmente en presidir las Celebraciones de la Palabra de Dios los días domingos y fiestas de la Iglesia. También acompañan a los familiares de los difuntos en los velorios, rezan. Si les llaman para visitar a algún enfermo se hacen presentes. Suelen ser personas a las que la comunidad les pregunta cuando hay algún problema que resolver. Son invitados en muchas oportunidades por las autoridades para presidir celebraciones litúrgicas en fechas importantes: fiestas, aniversarios, reunimiento de parejas…
Muchos de estos Animadores han sido y son autoridades en sus propias comunidades. Son el puente con las parroquias y suelen consultar temas que preocupen a la comunidad para una orientación. La mayoría de estos Animadores tienen un comportamiento ejemplar, siendo referencia en su propia comunidad. Suele ser un trabajo callado. Hacen poco ruido, pero mucho bien. Suele pasar desapercibido su trabajo. No se dedican a hacer proselitismo.
Por eso muchos investigadores no les tienen en cuenta, ni siquiera los perciben. Pero esto es uno de los muchos sesgos que tenemos las personas. Me parece una injusticia esta falta de reconocimiento. Creo que es hora de corregirlo. Y, por parte de la Iglesia, es momento de dar a conocer nuestro trabajo.
Cambio de mirada
Mi visión de la Iglesia está muy pegada a los Animadores Cristianos. Ellos me han enseñado a mirar el mundo y la Amazonía con otros ojos. Ellos me han cambiado la mirada. Sigo siendo muy occidental, pero me han permitido ver cosas que sin ellos hubiera sido imposible. Y me han permitido leer la Biblia de otra manera. Por ejemplo: en Mt 1-2 aparece en tres oportunidades que el Ángel del Señor comunica en sueños mensajes importantes a José (en dos oportunidades) y a los Magos (una oportunidad).
Los comentarios occidentales al evangelio de San Mateo pasan por alto este dato. Los Animadores Cristianos me han hecho saber que esto es importante para ellos. Los sueños son revelación de Dios. Esto plantea temas fundamentales para los cristianos: ¿cómo leemos la Biblia? ¿Para quién predicamos?
Algunos ejemplos
Voy a poner varios ejemplos de la importancia de los Animadores. Tengo que seleccionar, podría poner muchos ejemplos más, pero me voy a ceñir a cuatro de los que yo conozco.
1.- El paro indígena en el Urituyacu del año pasado, muy vinculado a las comunidades urarina de dicha cuenca, fue protagonizado por personas vinculadas a la Iglesia Católica, algunos de ellos Animadores Cristianos. Pedían mejores condiciones de vida para sus comunidades: colegios, profesores, Postas Médicas, comunicaciones…
2.- El proceso de la comunidad de Cuninico ha estado ligado desde el comienzo a la Iglesia. Han intervenido muchas instituciones y han realizado grandes aportes. Pero el acompañamiento pastoral de la Iglesia y el papel de los Animadores Cristianos ha sido un punto clave.
3.- El protagonismo de los Animadores Cristianos ha rebasado las comunidades de los ríos. Personas como Leonidas Pinche y Jaime Ijuma, por poner únicamente dos casos, son cristianos muy importantes en la parroquia de la Merced en Versalles-Iquitos.
4.- Sería fundamental estudiar el papel de los grupos de amistad en esta pandemia y su papel cohesionador, de aglutinante de tejido social. Una actuación muy interesante se produjo en la primera cuadra de la calle 28 de julio, con familias pertenecientes a varias iglesias, se organizaron para establecer apoyo y ayuda mutua. Ha sido muy importante para no sentirse solos en los momentos más duros. Aunque hay personas de varias iglesias, el aporte de los católicos ha sido fundamental.
Todo mi reconocimiento y estima personal a los Animadores Cristianos de los ríos y de la ciudad. En la ciudad reciben otros nombres: catequistas, grupos de amistad…
* Mons. Miguel Ángel Cadenas es el obispo electo del Vicariato Apostólico de Iquitos (Perú)