Como parte del programa de la asamblea territorial presinodal que se desarrolla en Yurimaguas (Loreto), esta mañana expuso la delegación del Vicariato Apostólico de Jaén, que cubre parte de la región de Amazonas y una parte de Cajamarca. Luego de una primera fase de diálogo de grupos, donde también hizo lo propio la delegación del vicariato local, tuvo la palabra Carlos Quintana para exponer sobre las preocupaciones y alegrías de su vicariato.
El representante del vicariato de Jaén señaló la “pérdida de nuestro territorio” como una de las preocupaciones más graves junto con la amenaza a la cultura que se manifiesta en la pérdida de valores y tradiciones culturales que son propios de los pueblos indígenas.
En ese sentido, el grupo describió la educación que se brinda en la zona como “alienante”, educación que tiene “un plan y un ritmo de formación diferente a la experiencia de la cultura local”, por lo que se tiene que los muchachos no conocen y no aprenden las prácticas ancestrales de su cultura.
Otra preocupación que involucraría a miembros de las propias comunidades tiene que ver con la tala de bosques para la venta de madera, al igual que el alquiler de terrenos por los propietarios nativos que muchas veces terminan siendo ellos mismos peones de las personas a las que alquilan.
El poco uso del idioma originario es algo que también se ve, principalmente en las ciudades -un ejemplo de esto se vería en Nieva, Amazonas-, en contraste con lo que pasa dentro de las comunidades donde el uso del idioma local tiene gran arraigo.
Santiago Manuin Valera, destacado líder del pueblo Awajún, expresó como otra preocupación que el Estado no cumpla con los acuerdos y tratados internacionales que firma para la protección de los derechos de los pueblos indígenas. Es el caso del Convenio núm. 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
“El Estado no cumple y viola los derechos de los pueblos indígenas después de haber firmado (los acuerdos y tratados); es importante que se tome en cuenta porque no hay diálogo entre los pueblos indígenas y el Estado”, remarcó Manuin.
Rasario Chamiquit Dejima, también del pueblo Awajún, del distrito de Nieva, expuso sobre la necesidad de atención en salud a las comunidades, y también sobre la forma en que son hasta ahora vistos los pueblos indígenas.
“Nosotros no hemos venido de otros sitios, queremos que nos respeten, todas las personas tenemos nuestros derechos”, enfatizó. Igualmente pidió el mismo respeto para las mujeres indígenas a quienes también, según explicó, se estigmatiza de muchas maneras.
De igual forma, Chamiquit, quien también es dirigenta de un grupo de artesanos, se refirió a la situación de los niños. De otro lado, manifestó su expectativa por conocer y aprender de las culturas de otros pueblos presentes en el encuentro que culminará este jueves.
En otro momento, Fernando Tuyas, catequista de un equipo itinerante del vicariato de Jaén, añadió su crítica a la educación y a la salud. “En salud nuestros viejos curaban con las plantas medicinales, eso se ha olvidado, se ha dejado y se ha abandonado. Eso también debe tomar en cuenta la educación”, aseveró.
Como alegrías, la delegación de Jaén reconoció la presencia de la Iglesia en la Amazonía, el acompañamiento que ha hecho, las iniciativas que recogen los elementos de la cultura, la formación de los pueblos, entre otros.