En el caso de una de las comunidades, se denunció que hay un documento firmado por tres comunarios y por un intercultural, para que este último se beneficie de 300 hectáreas durante 10 años, bajo la figura del usufructo.
Por Prensa CEB
Tras un convenio irregular con tres comunarios en la comunidad indígena tsimane Yaranda, un intercultural avasalló hectáreas de este lugar y ya comenzó con los chaqueos. Así lo denunció la comunidad, que está molesta por este accionar, que ya se dio en otras dos comunidades, y temen que este ingreso dé pie a una pérdida paulatina del Territorio Tsimane, ubicado sobre el río Maniquí, en el municipio de San Borja.
“Los dirigentes de la comunidad viendo el bienestar de sus hermanos indígenas y por autorización expresa de todos los miembros de la comunidad, se acordó dar un usufructo de 300 hectáreas (ha), que corresponde de 100 ha por cada comunario, es decir: 100 ha de Abel Canchi Pache, 100 ha de Renato Canchi Pache y 100 h de Ángel Pache Canchi, haciendo un total de 300 ha para el cultivo de pasto para ganado vacuno, realizar alambrados, corrales y todas las mejoras necesarias para el aprovechamiento de los pastos y de la crianza del ganado”, se lee en el documento de usufructo, al que la Red Eclesial Panamazónica – Bolivia (REPAM) accedió.
El documento fue firmado el 22 de octubre de este año por los tres comunarios mencionados y por Choque. Éste traza que el beneficio del usufructo será de 10 años, es decir, el beneficiario podrá usar las 300 hectáreas hasta diciembre de 2032.
De acuerdo con la denuncia de los comunarios, Choque también está avasallando hectáreas en Bosque Sinaní y Santa María, otras comunidades tsimanes, donde sin permiso de la comunidad ingresó y deforestó las áreas boscosas.
Piden ayuda
Esta situación fue denunciada, hace unos días, por los comunarios de las comunidades, quienes llegaron a orillas del área deforestada en la comunidad Yaranda, ante el Gran Consejo Tsimane y pidieron que intervengan a la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) y a la Iglesia Católica.
Desde el Gran Consejo Tsimane dijeron que se iba a anular el convenio firmado, por su irregularidad; pues debido a la normativa vigente, los territorios indígenas no pueden ser alquilados ni vendidos.
Aclararon que los únicos que pueden dar los permisos de manejo de los recursos naturales en la zona son ellos y que no corresponde este tipo de beneficios a terceras personas.
Fuente: Conferencia Episcopal Boliviana