Puerto Leguízamo, Colombia, 25-05-2016 (REPAM).- Era un día lluvioso, como generalmente son los días en la Amazonía, sin embargo este 24 de mayo, fue un día especial para el Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo-Solano. Por primera vez en su historia recibía la visita del Cardenal Fernando Filoni (prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, del Vaticano). Y junto a él llegaron también: Mons. Ettore Balestrero (nuncio apostólico en Colombia), varios obispos de Colombia (Mons. Francisco Javier Múnera, Mons. Carlos Alberto, Mons. Francisco Ceballos) y de Ecuador (Mons. Celmo Lazzari, de Sucumbíos), así como también religiosos, religiosas, sacerdotes, animadores y laicos de Colombia, Ecuador y Perú.
El Cardenal Filoni, tuvo un emotivo encuentro con 75 animadores y catequistas indígenas kichwas, murui, ingás, huitotos y shuar de Colombia, Ecuador y Perú, que estaban reunidos en un taller de formación: “Este es un momento histórico, pues por primera vez que un prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos visita a Puerto Leguízamo, y es mi primera visita a una realidad amazónica”. Indicó el Cardenal Filoni que su tarea es “responder al mandato de Jesús de ir a todos los confines de la tierra llevando el Evangelio” y agradeció a cada uno de ellos por “su testimonio de fe, de su cultura y de amor a Jesucristo, al papa y a la Iglesia” que dan en sus comunidades. Enfatizó que su visita es como la de un papá, que mismo que tenga el hijo lejos se preocupa por él, nunca se olvida y busca momentos de ir a encontrarlo: “vengo como un papá a visitar a esos hijos, porque son mis hijos amados de la Amazonía y que están en el corazón de la Iglesia; este es el mensaje que les invito a llevar a sus comunidades”.
En la Catedral Nuestra Señora del Carmen los indígenas de Tucunare hicieron una presentación cultural. En seguida, se celebró la Eucaristía, donde el cardenal resaltó el objetivo de su visita: “visitarles, encontrarme con ustedes, rezar juntos, escucharles y hablar con ustedes” y, en el contexto del Año de la Misericordia, a “intercambiarnos este don de la misericordia en la alegría del encuentro”. “Aunque se encuentren en un territorio que geográficamente pueda parecer remoto, no por eso dejan de estar en el corazón de la Iglesia”, afirmó. Hizo una invitación al diálogo, “duplicando los esfuerzos para permitir a los catequistas y a los laicos, en particular a los jóvenes, a adquirir una sólida formación cristiana, consolidar su propia fe y afrontar, a través del diálogo, el proselitismo religioso, la guerra y la corrupción”, venciendo los sufrimientos “con el perdón e instaurando una cultura de paz y reconciliación”. Concluyó su homilía diciendo: “mantengamos la mirada fija en la misericordia, haciéndonos también nosotros un instrumento eficaz en el obrar misericordioso del Padre en este mundo”.
Por su parte, Mons. Joaquín Pinzón, vicario apostólico de Puerto Leguízamo-Solano, expresó la “gran alegría en recibir esta visita en este que es el más joven Vicariato amazónico, que abre las puertas del corazón a recibirlos junto a nuestro proyecto misionero en contexto amazónico, fronterizo y desde la diversidad cultural de sus pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos”.
El Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo-Solano, fue creado hace tres años por el papa Benedicto XVI, desmembrado del Vicariato de San Vicente del Caguán y Leticia, tiene 64.000 km2, dentro de un contexto territorial tri-departamental (Putumayo, Caquetá y Amazonas) y tri-fronterizo (Colombia, Ecuador y Perú).
Fotos y texto: P. Julio Caldeira, imc.