Vaticano, 23 de noviembre de 2015
Eminencia/Excelencia Reverendísima: En nombre del Santo Padre Francisco y en el mío, quiero una vez más dar las gracias a Dios de todo corazón por las abundantes bendiciones concedidas tras la promulgación de la Carta Encíclica Laudato si’ del pasado 18 de junio. Entre ellas hay que contar la Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación, del pasado 1 de septiembre, y el discurso del Santo Padre en la Asamblea de las Naciones Unidas, el 25 de septiembre, en el que afirmó elocuentemente la existencia de un verdadero “derecho del ambiente”.
Esta carta tiene por finalidad animar y sostener, desde ahora hasta diciembre, el favor que la Encíclica está encontrando en la Iglesia y en el mundo. En su discurso al Encuentro Mundial de los Movimientos Populares de este año, el Papa Francisco afirmó que la justicia requiere a menudo una acción política prudente por parte de los funcionarios elegidos.
Al mismo tiempo, el Santo Padre reconoció que a veces no basta confiar simplemente en la acción de líderes reconocidos y de alto perfil. “El futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes dirigentes, las grandes potencias y las elites”, si no que, “está fundamentalmente en manos de los pueblos, en su capacidad de organizarse y también en sus manos que riegan con humildad y convicción este proceso de cambio”.
El 26 de octubre fue firmado formalmente un “Llamamiento” de la Iglesia católica de los cinco continentes que se dio a conocer durante una rueda de prensa celebrada en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, aquí en Roma. El texto del llamamiento puede verse en el siguiente link: http://press.vatican.va/content/salastampa/it/bollettino/pubblico/2015/10/26/0824/01831.html#sp El 29 de noviembre, alrededor de un millón de hombres, mujeres y niños participarán en la “Marcha mundial por el clima”, manifestaciones que tendrán lugar en Londres, Berlín, Madrid, Ámsterdam, Bogotá, Johannesburgo, Daca, Kampala, Roma, San Pablo, Sidney, Seúl, Ottawa, Tokio y en otras 3000 ciudades. Será un verdadero “ejercicio de ciudadanía ecológica mundial”. Los 50.000 representantes –25.000 delegados oficiales y 25.000 participantes con diferentes funciones– que se reunirán en la COP21, necesitan escuchar el mensaje de la Laudato si’ y la voz del pueblo de Dios. El papel de los ciudadanos, que en todas partes piden que la Conferencia de París sea responsable y concluya con éxito, es hacer oí su voz en las sedes de las negociaciones y de las decisiones.
Carta completa aquí: