En busca de la renovación del espíritu del cuidado de la casa común a través del sínodo y la sensibilización por la preservación del Bioma Amazónico, el 15 de septiembre del presente año la REPAM visitó el territorio de Inírida con el fin de escuchar a los equipos pastorales sobre las problemáticas socio-ambientales y a su vez, socializar las líneas de trabajo que ejecutan.
Por Leidy Salinas Ramírez – Vicinirida
Este encuentro fue dirigido por Juan Felipe Martínez, secretario ejecutivo de la REPAM y tuvo lugar en la Parroquia de la Sagrada Familia del Vicariato Apostólico de Inírida. El encuentro Unidos por Nuestra Amazonía se basó en la sensibilización eclesiástica internamente en la iglesia como externamente con las comunidades que viven en el territorio.
La Red Eclesial Panamazonica (REPAM), es un organismo que nació en el 2014. Es una Red que está conformada por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Conferencia Latinoamericana de Religiosos (CLAN), Las caritas de América, entre otras organizaciones. Esta red se constituye no solamente para ser un organismo de la iglesia sino para que integre a la sociedad civil en torno al cuidado de la casa común, pues, se concibe como una plataforma de articulaciones entre redes de la iglesia y redes que hacen parte del cuidado y defensa de la Amazonía.
La llegada de la REPAM a la Amazonía, nace después de que el papa Francisco diera un mensaje de sensibilización sobre las problemáticas ambientales que se presentan en todo el mundo, esto, porque la selva amazónica siendo el pulmón del mundo y uno de los últimos bosques que hacen el proceso de purificación y tratamiento de la contaminación a nivel mundial, no está siendo protegido como debe ser.
Primera sesión
Aquí se mencionaron los 12 núcleos temáticos que son los ejes de trabajo que la REPAM tiene para reflexionar, al ser una red de reflexión y acción que son: Comunicación para la transformación social, derechos humanos y la incidencia, diálogo ecuménico interreligioso, formación y métodos pastorales amazónicos, iglesia en fronteras, eje de justicia socio-ambiental y buen vivir, eje de juventudes y amazonias, mapeo de investigación, mujeres y amazonia, pueblos amazónicos y territorios, redes internacionales, vida misionera e itinerancia.
La crisis ambiental es una crisis social que toca a los más pobres y se refiere a la pérdida del sentido de la creación de Dios lo cual hace que cada vez sea más difícil evangelizar, pues los medios de comunicación y la sociedad van presentando un completo desinterés por las cosas espirituales y por encontrarse consigo mismo, hemos perdido la conexión que existe con el otro. Ante esto, nace la necesidad de la creación de los comunicadores territoriales ambientales que brinden la posibilidad de visibilizar los problemas medioambientales que afectan el territorio donde se encuentren, los comunicadores tienen la oportunidad de crear espacios de transformación y para esto es importante saber darles uso a las redes sociales para difundir mensajes de sensibilización que genere cambios en la sociedad.
El evento contó con la participación de agentes pastorales, funcionarios de entidades gubernamentales, comunidades étnicas y campesinas y, población en general, quienes participaron durante la jornada con aportes sobre las problemáticas presentes en el territorio del Guainía, así mismo, se debatió sobre la importancia de que estos procesos de sensibilización no se queden en palabra y se actúe frente a las problemáticas. Se reconoció la importancia y se reflexionó sobre el papel de la mujer en la Amazonía; como madre, ciudadana, mujer guerrera y resistente, con el cual se busca dignificar y promocionar el papel de la mujer en el Bioma Amazónico, desde un punto de vista histórico y práctico, siendo ésta un pilar fundamental en la preservación de las culturas ancestrales del territorio.
Por otra parte, desde la Laudato Si’ se está realizando un llamado a una conversión ecológica, entendiendo la conversión como un cambio de la transformación y la ecología como al cuidado de la casa. El papa Francisco realiza un llamado a los sacerdotes, cristianos, religiosas, laicos, misioneros y sociedad civil comprometida en sintonía con la ecología integral y nos lleva a preguntarnos ¿cuál es el compromiso que nosotros asumimos en promover el cuidado de la casa común? Es hora de entender que la realidad teológica, que la realidad de trato con el mundo y de conversión parte de identificarnos como hermanos y como una casa común.
La iglesia como organización promotora principal del cuidado del medio ambiente, es la única institución que ha hecho presencia históricamente en los territorios escuchando la voz de la gente, promoviendo sus derechos y el diálogo intercultural a través de la fe. Sin embargo, ha perdido credibilidad “porque se ha visto que la iglesia en muchas ocasiones va de lado de los programas de gobierno convirtiendo en política los discursos religiosos” es decir que “nosotros trabajamos en todo el tema de la conservación del medio ambiente, pero vemos con tristeza que las iglesias apoyen estas políticas que van en contra de la necesidad que tenemos los seres humanos” afirmó Yeki Hernández, Presidenta del Sindicato de Educadores del Guainía.
Segunda sesión
Aquí se realizó la actividad de ver, juzgar, actuar, esta actividad tenía como objetivo reconocer y debatir sobre las principales cosas que están destruyendo la Amazonía, las causas de estos daños y qué podríamos hacer para mitigarlo.
Encontrando así que, las cosas más comunes de la destrucción ambiental en el territorio del Guainía se relacionan a la quema y tala de árboles, falta de articulación entre las instituciones, falta de empatía cultural, la minería, falta de empleo, pesca indiscriminada, poco compromiso por parte de la Alcaldía y Gobernación, poca articulación de los jóvenes con el cuidado ambiental, saberes ancestrales desheredados, entre otros.
Las causas que desembocan esta problemática son la falta de educación y concientización ambiental, corrupción, desunidad entre comunidades y las campañas de protección ambiental no pasan a una segunda fase, pues no se lleva seguimiento a los procesos.
Frente a esto, se plantearon algunas posibles soluciones como: convocar instituciones para trabajo del cuidado de la casa común mediante campañas a corto, medio y largo plazo con las cuales se lleve un seguimiento, participar en las políticas públicas, de igual manera, se resalta el compromiso que debe haber no solo por parte de las entidades, comunidades, organizaciones e iglesia sino de la comunidad en general para el cuidado de la tierra. Evitar el uso de plástico de un solo uso, gestionar acciones en defensoría por el caño motobomba y enseñar a la comunidad a reducir, reutilizar y reciclar.
Monseñor Joselito Carreño obispo del Vicariato de Inírida, resaltó la importancia de “crecer más en conciencia de la contaminación que estamos generando, así mismo, es importante unirnos para denunciar la realidad de esta región”. El Vicariato ha estado comprometido en gestionar acciones concretas de cuidado del medio ambiente. “También estamos trabajando en la promoción de las energías limpias a través de las torres solares que buscan cuidar y proteger el medio ambiente”.
Una actividad a resaltar de la segunda sesión fue sobre la empatía, el ponernos en los zapatos del otro y tratar de entender un poco de la realidad que está viviendo, entendiendo así, la necesidad de no invalidar y dejar de lado la ignorancia sobre lo que está sucediendo con las comunidades aledañas al Bioma Amazónico que son las directamente afectadas. Es importante que la sociedad empiece a humanizarse más sobre los acontecimientos que poco a poco están destruyendo el mundo y se concienticen sobre la necesidad de apropiarse de estas problemáticas que el ser humano mismo ocasiona.
“Nos queda como enseñanza concientizar a toda la comunidad, diferentes étnicas indígenas, a las iglesias y a todas aquellas personas que llegan al territorio para cuidar el medio ambiente y preservarlo y ser más empáticos para trabajar en conjunto por el cuidado de este territorio” expresó Maryin Lucumí, joven participante del evento.
Como equipos pastorales, es importante trabajar en la pervivencia de la identidad de la Amazonía, empezando por interiorizar esta problemática que nos concierne a todos. Es pertinente reorientar el trabajo del cuidado de la casa común y sobre todo de la Amazonía, es momento de realizar la conversión ecológica entendiéndose como un tema que nos atañe a todos.
Fuente: Vicinirida Televisión