En un mensaje de entusiasmo por defender la Casa Común, el Papa Francisco animó a los jóvenes que integran la II Caravana por la Ecología Integral a seguir su profetismo en defensa de las comunidades y la Madre Tierra martirizadas por la minería. «Ánimo, siempre adelante», dijo el Pontífice. El encuentro tuvo lugar durante la Audiencia General celebrada esta mañana (20) en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Por Iglesias y Minería
Alex García, Daniela Andrade, Lucy Urvina y Valentina Vidal – jóvenes que participan en la II Caravana por la Ecología Integral, actividad organizada por la Red Iglesia y Minería en colaboración con decenas de organizaciones eclesiales- saludaron al Papa Francisco inmediatamente después de la audiencia, en la que se recordó el testimonio misionero de San Daniel Comboni como ejemplo de lucha contra todas las formas de esclavitud. El Pontífice dijo que los cristianos están llamados a luchar contra todas las formas de explotación, y subrayó que «la esclavitud, como el colonialismo, no es un recuerdo del pasado». Francisco dijo que Comboni es un testigo del amor del Buen Pastor, que va en busca de los que están perdidos y da su vida por el rebaño. «Su celo fue enérgico y profético para oponerse a la indiferencia y a la exclusión”, recordó el Santo Padre.
«Encontrarse con el Papa Francisco es muy hermoso, sentir que nos mira y nos escucha. Por supuesto, te sientes nervioso por estar con el Papa. Pero es bonito sentir que está con nosotros», comentó Alex García, indígena del pueblo Xinka de Guatemala, tras conocer al Santo Padre. «Es un Papa que sonríe, que se nota que habla con el corazón, que mira con el corazón, sin máscara», dijo Daniela Andrade, que viajó desde la Amazonía de Perú, y que habla de la justicia intergeneracional también desde su maternidad. «Había una sensación de hermoso encuentro latinoamericano cuando nos saludó. Aunque no salgan las palabras cuando te encuentras con el Papa Francisco, puedes sentir una complicidad entre Francisco y nosotros – Francisco e nuestro grupo,» afirmo Valentina Vidal, que viene del mismo país que Francisco, del sur de Argentina. Lucy Urvina, desde Ecuador, entregó al Papa, una vasija de barro, símbolo del trabajo de las mujeres amazónicas y alternativa para las comunidades que luchan contra el extractivismo minero.
El padre Darío Bossi, misionero comboniano y miembro del equipo de coordinación del RIM, que acompaña a los jóvenes en la caravana, destacó la importancia de que los jóvenes señalen la urgente necesidad de actuar contra el extractivismo en los territorios latinoamericanos. «En su catequesis, el Papa Francisco destacó la importancia de superar el mundo colonial, donde aún hoy se esclaviza a las personas. Una forma de esclavitud hoy – de la naturaleza y de las personas – es la minería. Los jóvenes de la II Caravana por la Ecología Integral traen un mensaje concreto desde los territorios, por un mundo más justo y en paz», subrayó el misionero. Además del padre Bossi, los acompaña como asesor el obispo Noel Londoño, de la diócesis de Jericó, Colombia. Guilherme Cavalli, coordinador de la Campaña por la Desinversión Minera.
II Caravana por la Ecología Integral
El Tiempo de la Creación, celebrado en septiembre, une a la familia ecuménica a través del grito profético de cuidar a la Madre Tierra, para que «fluyan la paz y la justicia» (cf. Amós 5,24). El Papa Francisco nos invita a escuchar «el latido materno de la tierra» como forma de crecer como humanidad «armonizando los ritmos de nuestra existencia con los de la creación, que nos da la vida». En su mensaje dedicado especialmente a este tiempo, el Obispo de Roma señala que «las políticas económicas, que favorecen la riqueza escandalosa de unos pocos y las condiciones degradantes de tantos, significan el fin de la paz y de la justicia».
En su mensaje para el Tiempo de la Creación, Franciso, nos invita a reconocer que hoy los corazones de la humanidad no están en armonía con el corazón de la creación. «Escuchemos, pues, la llamada a estar junto a las víctimas de la injusticia medioambiental y climática, poniendo fin a esta guerra sin sentido contra la creación». Las realidades presentadas a la II Caravana por la Ecología Integral (II CEI) denuncian la explotación y devastación de la Madre Tierra, las víctimas de la injusticia ambiental causada por la minería, que sigue un proyecto colonial que profundiza la deuda ecológica (LS 50) de los países más ricos sobre los mas pobres. Son realidades que sufren el desgarro y tienen a la «hermana agua» como elemento de unidad. Por eso, la RIM promueve espacios de diálogo y escucha sobre las realidades enfrentadas por las economías extractivistas y sus nuevas narrativas que se apropian de temas como transición energética y litio, minerales críticos, minería sustentable y otros.
En línea con el profetismo del Papa Francisco y junto a las comunidades martirizadas por la minería y el extractivismo en América, la red Iglesias y Minería (RIM) promueve la II Caravana por la Ecología Integral. Del 12 al 30 de septiembre, una delegación de cinco jóvenes de Argentina, Brasil, Ecuador, Guatemala y Perú realizará seminarios, eventos y encuentros en un llamado a la conversión ecológica integral y a la desinversión de la minería por parte de congregaciones religiosas, conferencias episcopales, diócesis y universidades católicas.
Acompañan a la II Caravana por la Ecología Integral, el obispo Noel Londoño, de la diócesis de Jericó, Colombia, y el padre Dário Bossi, misionero comboniano en Brasil, asesor de la Conferencia Episcopal Brasileña y coordinador de la red Iglesias y Minería. El grupo desarrolló sus actividades en Madrid, Valladolid y Santiago de Compostela en España (12 al 16), pasando por Roma para un encuentro con el Papa Francisco, en el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y la Comisión para América Latina (17 al 20). Ahora se dirigen a Bruselas para un evento en el Parlamento Europeo con CIDSE y la Conferencia Episcopal de la Unión Europea (COMECE) (21 al 24), y finalizando sus agendas con un seminario sobre memoria, colonialidad y extractivismo en la Universidad de Tubinga en Alemania (25 al 30).
Fuente: Iglesias y Minería