Participante de la III Escuela de Derechos de la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, Dalva Silva comparte su testimonio de defensa de la vida en el Calendario “Guardianas del Territorio”
Por Lily Calderón*
“Mis padres han sido esclavos, vengo de una familia de esclavos. Mi lucha es por todos, por los que menos tienen…”, testimonio sangrante que resonó durante el mes de julio en la Escuela para la Promoción, Defensa y Exigibilidad de los Derechos Humanos, en Manaos- Brasil.
El Núcleo de Derechos Humanos de la REPAM, reúne cada cierto tiempo, a líderes y lideresas de los países que forman la PANAMAZONIA, por periodo de un mes, para que se formen en la defensa de sus derechos. En julio de 2022 tuvo lugar la última escuela donde participaron 26 líderes y lideresas. Dentro de este grupo, por primera vez, se tuvo una representante quilombola del Brasil. Nuestra querida Dalva Silva Almeida.
El amor acierta. Dalva y la historia de su comunidad quilombola de Santa Fe, nos dejaron grandes lecciones de vida. A pesar de las cicatrices que dejó la esclavitud y toda la historia de exclusión, ELLA fue fuente de alegría, generosidad, entrega, lucha, perseverancia…
Con este grupo de líderes y lideresas, compañeros y compañeras de lucha, formamos nuestro palenque. Al igual que en la COMUNIDAD DE SANTA FE, Dalva nos enseñó qué significa la vida comunitaria: caracterizada por la igualdad entre todos los integrantes, tanto para el trabajo como para el reparto del alimento y el comportamiento social y moral.
Historia de vida
La historia nos cuenta que fueron tratados como individuos sin raíces ni historia, retenidos por la fuerza. Para los que compartimos ese mes, este pueblo se ha convertido en símbolo de la larga lucha contra la esclavitud y la opresión en una Panamazonia donde el racismo y la estigmatización siguen siendo fuentes de conflicto.
Cuando nos llegó la ficha de postulación de Dalva, fue un regalo especial que la vida nos concedía. Personalmente, conocía algo de los quilombolas por los libros que al vuelo se suelen explicar por algún profesor de historia. Ella no lo sabía. La esperábamos y deseábamos escuchar su voz y abrazar todos los aportes y la preservación de su rico patrimonio cultural.
Aprendimos de la comunidad de Santa Fe, que como la mayoría de las comunidades quilombolas, son descendientes de hombres y mujeres que fueron arrancados a la fuerza de sus tierras de África. Tras meses de travesía amarrados en los sótanos de los navíos, al desembarcar en los puertos, fueron marcados a fuego y vendidos como mercancías para trabajar en los campos. Profundas cicatrices que no solamente nos tienen que interpelar, sino provocarnos un posicionamiento y una actuación.
Aunque hayan pasado ya más de ciento cincuenta años desde la promulgación de las leyes abolicionistas. La historia de desigualdad, exclusión y los prejuicios siguen patentes. Así lo demuestran los testimonios de esta comunidad. Sin embargo, pese a ser invisibilizados, esta comunidad no se ha dejado doblegar. Durante 15 años han luchado para que el gobierno brasileño les reconociera en propiedad su territorio. Hoy gozan de esa seguridad jurídica y la tranquilidad de tener un techo seguro para la familia y las futuras generaciones.
En el año 2009, Lula firmó treinta decretos designando los primeros territorios quilombolas. Devolviendo la tierra a su comunidad.
En el año 2015, para reconocer su contribución a la historia y para promover los derechos humanos, las Naciones Unidas proclamaron el decenio internacional de los afrodescendientes con el lema “reconocimiento, justicia y desarrollo”, con la esperanza de que este decenio termine con la discriminación de los afrodescendientes.
Aprendizaje
Dalva nos enseñó que ser parte de una comunidad quilombola no tiene nada que ver con el color de la piel. Nos puso el acento en la vida en comunidad. Si luchas por mejorar la vida de quien no conoces y te duele lo que pasa más allá de tu entorno cercano, eres parte de las DALVAS.
Se ha creado la ley, se han dado unos primeros pasos, se ha iniciado un camino y ahora la justicia debe garantizar ese recorrido. Es el reto.
CALENDARIO 2023: GUARDIANAS DEL TERRITORIO
El Calendario “Mujeres de la Amazonía 2023: Guardianas del Territorio”, confirma la sinodalidad y reflexiona su misión como mujeres defensoras de la vida y luchando por la garantía de los derechos para las generaciones futuras.
Este tema es expresado desde el arte de la fotografía con el testimonio de mujeres defensoras del territorio. Sus narrativas deben inspirarnos, generando espacios para compartir vida y acciones, y que éstas generen vida y transformación.
Accede al calendario aquí: Calendario 2023: Mujeres de la Amazonía, Guardianas del Territorio – REPAM
* Lily Calderón es coordinadora de las Escuelas de DD.HH. y miembro del Núcleo de Mujeres y Amazonía REPAM
Fuente: REPAM