El territorio Amazónico está siendo agredido de manera permanente por diferentes intereses, generalmente económicos, como el extractivismo minero, que depreda la naturaleza y contamina los ríos de los países que conforman esta región, esta problemática se trata en la reunión del Comité Internacional del Foro Social Panamazónico (FOSPA), que se realiza en la ciudad de Santa Cruz, informó Willy Llanque, secretario ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica en Bolivia, (REPAM).
Por Esther Rojas-Periodista CEB
“Es una actividad que se desarrolla cada dos años, y tiene el objetivo de poner en mesa de debate y de denuncia, lo que está pasando en la Amazonía, el territorio amazónico está siendo agredido básicamente por el extractivismo minero; se observa una preocupante tendencia al fortalecimiento de acciones por parte del capital económico».
La reunión internacional se inició jueves 22 del presente y concluye hoy, donde se realizó el análisis de la situación de cada país que conforman la Amazonía (Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, Surinam y las Guyanas). Se reflejó las problemáticas que son “enormes”, partiendo desde el ámbito político, social, económico, pero sobre todo el de la defensa de la naturaleza.
“El problema ambiental, afecta a todos los países que tienen territorio amazónico, en el caso de Bolivia, el año pasado la REPAM trabajó en las agresiones al territorio a través de la minería del oro, que destruye la naturaleza, pero lo más grave es que contamina los ríos con mercurio, esta es una problemática fuerte, que hay que considerar en el trabajo que vamos a realizar”, agregó Llanque.
Sin embargo dijo que este tipo de agresiones no solamente se registran en Bolivia. “Esta situación, motivada principalmente por intereses mineros, trae consigo una serie de problemáticas adicionales, incluyendo contaminación ambiental y conflictos sociales, en países como Colombia y Brasil».
Frente a este panorama, transmitió que es importante la articulación de la sociedad civil y las organizaciones para que tracen un camino de defensa, “defensa de los derechos humanos” y “defensa de los derechos de la naturaleza”.
“Los países que compartimos la Amazonía, tenemos una bendición, es rica en variedad biológica y en vida, pero es una maldición en el sentido de que es muy apetecida por intereses económicos de diferentes sectores”, concluyó.
Fuente: Prensa CEB