La Hermana Zully Rojas Quispe, Misionera Dominica del Rosario, presta su servicio misionero a la Iglesia desde la Pastoral Indígena y coordina el Equipo Itinerante que visita las Comunidades Indígenas del Bajo Madre de Dios en Perú. Es integrante del Consejo Pastoral del Vicariato de Puerto Maldonado.
Por Prensa CELAM
La religiosa nació en Ica, centro sur del Perú. Lleva 4 años asentada en Puerto Maldonado, donde el Papa Francisco en 2018 inició el camino sinodal de la región panamazónica.
Participó activamente en Sínodo de la Amazonía en octubre de 2019, en Roma, por eso celebra el proceso de otorgar ministerios de acolitado y lectorado en Puyo (Ecuador), para ella “ha sido fecundado por el Espíritu a través del acompañamiento de Misioneras y Misioneros, que han compartido su fe con el pueblo creyente”.
Oración y formación
La Hermana Rojas ha recordado que “nuestra Congregación de Misioneras Dominicas del Rosario, tuvo una comunidad en Puyo, casi 15 años, y su misión estuvo orientada, desde una pastoral de conjunto, al servicio de las comunidades indígenas y campesinas, en el Centro de formación de agentes de pastoral, especialmente formación y promoción de la Mujer”.
De hecho “junto a otras Religiosas, hemos aportado con la semilla del Evangelio, para que la Mujer Nativa ofrezca al Señor sus dones, y estos ministerios conferidos a Susana y Aurea, sigan fecundado otras vidas”.
De allí que “es importante la formación teológica, bíblica. Tenemos que releer la Sagrada Escritura, acercarnos a las cartas “auténticas” de Pablo, a otros escritos del siglo I. Es curioso, pero las mujeres nos sentimos obligadas a fundamentar el servicio que desde siempre hemos realizado”.
Por ello “la RUAH, inspirará los nuevos cambios, y las mujeres permaneceremos fieles como hasta ahora, para seguir recorriendo juntas y juntos el Camino que el Señor quiere para su Iglesia. En este sentido, la formación, unida a la oración, nos ayudará a vivir el proceso de conversión necesario para todas y todos”.
No hay vuelta atrás
La Madre sinodal recalca que “la institución y el reconocimiento de los nuevos ministerios femeninos, forman parte del proceso sinodal y hay que continuar con su implementación, sin dejarlos al olvido”.
“Los Obispos tienen los mecanismos adecuados para hacerlo, pues recordemos que en el mes de enero del presente año, el Papa Francisco publicó la carta Apostólica en forma de Motu Proprio “SPIRITUS DOMINI”, modificando el canon 230 del DDCC, institucionalizando lo que ya venimos viviendo las mujeres en muchos lugares”, acotó.
Por tanto “tengo fe en el proceso iniciado, no hay vuelta atrás y a seguir adelante, que el Señor nos vuelve a confiar la misión, como a María Magdalena: Ve y dile a mis hermanos”.