Convocados por las organizaciones eclesiales que conforman el Consejo Misionero Nacional (Comina) se reunieron del 2 al 4 de marzo en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, agentes de pastoral en el I Encuentro Nacional de Pastoral Indígena con el lema “Levántate y come que el camino ante ti es largo” (1 Re 19,7-8)
Por OMP-Venezuela
La arquidiócesis de Ciudad Bolívar fue la sede del I Encuentro de Pastoral Indígena (I ENPI) con la participación de 60 agentes de pastoral provenientes de los vicariatos apostólicos de Puerto Ayacucho, Tucupita y Caroní, de las arquidiócesis de Maracaibo y Ciudad Bolívar y de las diócesis de Ciudad Guayana y El Tigre.
Las delegaciones fueron acompañadas por sus obispos: Mons. Jonny Reyes, Mons. Ernesto Romero, Mons. Gonzalo Ontiveros, Mons. José Romero, Mons. Carlos Cabeza y Mons. Ulises Gutiérrez, quien fue el anfitrión del I ENPI. Se contó entre otros con la presencia de los pueblos originarios: bare, pemon, wayúu, warao, kariña, baniva, yanomami.
Reconocer, compartir y discernir
El objetivo de este encuentro en palabras del P. Ricardo Guillén, Director del Comina: “es encontrar una oportunidad para reconocernos, compartir nuestras historias de servicio misionero a las comunidades indígenas y discernir a qué nuevos modos y presencias somos llamados por el Espíritu Santo en el contexto actual, en el que la labor misionera entre nuestros hermanos indígenas se ve mermada por distintas causas”.
El I Encuentro de Pastoral Indígena que se realiza después del Sínodo para la Amazonía, se inscribe en el largo camino de los encuentros realizados desde el año 1998 entre indígenas y misioneros (ENIMIS) que han tenido como finalidad reconocer la realidad de los pueblos originarios, poner en común las experiencias pastorales y hacer un discernimiento compartido sobre las opciones y líneas de acción a llevar adelante en la pastoral indígena.
Escucha, gratitud y compromisos
Durante los tres días de reflexión se privilegió la escucha de las distintas experiencias y testimonios, que permitieron constatar con gratitud la acción de Dios y de la Iglesia entre los pueblos indígenas a pesar de las dificultades del entorno y de la drástica disminución de agentes de pastoral -particularmente de la vida consagrada- que por tantos años acompañaron con gran generosidad a las comunidades indígenas en su evangelización y promoción humana.
El fruto de la reflexión de estos días pone en evidencia la necesidad de que las comunidades indígenas asuman cada vez con mayor decisión su vocación de discípulos misioneros, para que sean los primeros evangelizadores de sus propios pueblos y los responsables de ir gestando un cristianismo con rostro y expresiones indígenas. Para lograr tal cometido la formación y el acompañamiento en la ministerialidad indígena han sido compromisos asumidos por los participantes del I ENPI.
Al final del encuentro los presentes dirigieron un mensaje a los pueblos indígenas y a toda la Iglesia disponible en el siguiente enlace:
Fuente: OMP Venezuela