Desde la Iglesia Catedral de Trinidad, Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, obispo del Vicariato Apostólico del Beni y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, ante las divisiones, conflictos y falta de entendimiento en el país, invitó a todos los hombres de buena voluntad a optar por el camino de la reconciliación y el perdón.
Por Prensa CEB
“En nuestros días, ante las divisiones, conflictos y falta de entendimiento en nuestro país, la respuesta es Jesús y el Evangelio que nos llama a la paz, justicia, tolerancia y sin discriminación. Como Iglesia de Dios, que peregrina en Bolivia, invitamos a todos los hombres de buena voluntad, a optar por el camino de la reconciliación, el perdón, con nosotros mismo y con nuestro prójimo. Porque otros caminos equivocados no nos conducirán a encontrar el bien para todos”, señaló.
Asimismo, pidió recordar que Jesús sigue llamando a quienes quiere para que le sigan.
Homilía completa del Domingo, 22 de enero de 2023, a partir del Evangelio de Mateos 4, 12-23:
El Reino de Dios está cerca
- En este tercer domingo la palabra de Dios nos invita a la conversión verdadera. También nos habla de la llamada a los primeros discípulos y la respuesta sin condiciones de ellos.
Pero antes, es bueno recordar que todo camino de conversión o renovación, requiere un retorno a las fuentes o al primer tiempo de la Iglesia. Haciendo así, descubriremos la vida sencilla de los primeros cristianos en su manera de vivir el Evangelio. Pero es cierto, también, que no todas las comunidades cristianas daban testimonio de unidad en la fe. De ahí el llamado a la conversión, del Apóstol Pablo. La división de los creyentes es el primer pecado de la Iglesia.
La Iglesia no es una sociedad o grupo de santos, es una comunidad a la que están llamados todos, los hombres de buena voluntad, a santificarse. El alma del bautizado es campo de batalla en donde están presente Dios y el enemigo. El bien y el mal. Pero para Jesús no existen fronteras geográficas e ideológicas. Él vino a congregar a todos en una unidad admirable y que tiene como fundamento el amor a Dios y al prójimo.
El verdadero sentido del “vengan y síganme y lo siguieron” es la invitación personal que Jesús hizo y sigue haciendo hoy. Así pues, la manera en que Jesús llama a sus discípulos es diferente a la de los maestros de su tiempo. No son los discípulos los que piden formar parte del grupo, sino que es Jesús el que toma la iniciativa y los llama.
Así se entiende que el discípulo es aquel que sigue a Jesús, que pone en segundo plano sus intereses personales o familiares, deja su anterior oficio y recorre el camino, el camino del Maestro.
- El relato evangélico nos narra que Jesús abandona la tierra de Nazaret y se traslada a Cafarnaúm, lugar que recoge la universalidad de los pueblos, siendo este lugar un puerto en el mar desde donde se manejaba el comercio. Este acontecimiento muestra que el comienzo de la misión de Jesús debe llegar a todos los hombres, es decir, el anuncio de la Buena Noticia.
El Evangelio de hoy nos plantea un testimonio muy claro del pensar de Dios “El Reino de los cielos está ahora cerca cambien de vida”. Es Dios mismo que nos advierte, que viene para reinar entre nosotros, significando de esa manera que con Cristo y por Cristo recibimos la salvación.
La invitación a la conversión es muy exigente. Jesús invita a la conversión que procede desde un cambio interior, sin ese cambio interior no hay conversión o renovación, el cambio interior es posible si dejamos que entre a nuestra vida el Evangelio de Jesucristo y por la fuerza Espíritu Santo sea testimoniado con las obras del creyente.
- Jesús es la luz grande que indica el camino a la justicia y la paz. Es la luz que proclama la verdadera conversión. En nuestros días, ante las divisiones, conflictos y falta de entendimiento en nuestro país, la respuesta es Jesús y el Evangelio que nos llama a la paz, justicia, tolerancia y sin discriminación. Como Iglesia de Dios, que peregrina en Bolivia, invitamos a todos los hombres de buena voluntad, a optar por el camino de la reconciliación, el perdón, con nosotros mismo y con nuestro prójimo. Porque otros caminos equivocados no nos conducirán a encontrar el bien para todos.
Recordemos que: Jesús sigue llamando a quienes quiere para que le sigan. Él lleva la luz a todos, por medio de la Buena Nueva del Evangelio. La luz verdadera es para todos los que quieran aceptarla, el aceptar la luz verdadera exige un compromiso serio que obliga a dejar a un lado todo lo que impide seguirle. Ayer como hoy, a muchos no les gustó su propuesta, por eso lo abandonaron. Siguieron en la oscuridad. ¿Estamos dispuesto a dar una respuesta coherente a la invitación de seguirle a Jesús? Amén
Fuente: Conferencia Episcopal Boliviana