Instituciones eclesiales de la Amazonía exigen justicia y expresan su profundo repudio ante el asesinato de Francisco Marupa

La Red Eclesial Panamazónica – REPAM, la Conferencia Eclesial de la Amazonía -Ceama Bolivia y los vicariatos apostólicos de Pando, Reyes y Beni, han expresado su “profundo repudio y consternación ante el asesinato de Francisco Marupa, indígena del Pueblo Leco y defensor de la naturaleza”.

Por Micaela Alejandra Díaz – ADN Celam

El crimen tuvo lugar en la comunidad de Torewa, dentro del Territorio Indígena Originario (TCO) Leco, ubicado en el Parque Nacional Madidi, departamento de La Paz. “Este crimen no es un hecho aislado, sino el resultado del asedio y violencia sistemática por parte de intereses económicos dedicados al tráfico de tierras y a la minería ilegal”, afirma el pronunciamiento emitido por las instituciones eclesiales.

El asesinato de Francisco Marupa se inscribe en un contexto de creciente hostigamiento hacia los pueblos indígenas en la Amazonía boliviana. Diversas comunidades han denunciado la invasión de sus territorios, el desalojo forzado de familias, la quema de viviendas y la violencia sistemática para apropiarse de sus tierras con fines extractivistas.

Hechos similares han sido reportados en el pueblo Tsimane del sector Yacuma, donde también se han documentado incendios de viviendas y amenazas contra quienes defienden sus territorios ancestrales. Estas agresiones, denuncian las organizaciones eclesiales, evidencian un patrón de desplazamiento forzado que pone en riesgo la vida y la cultura de los pueblos indígenas.

Protección de los pueblos indígenas

En su pronunciamiento, las organizaciones firmantes recordaron el llamado del Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’, donde se resalta que “la defensa de la tierra tiene que ver con la dignidad de los más frágiles”. Asimismo, remarcan que la tierra no es un recurso para ser explotado sin límites, sino un don de Dios para todos los pueblos.

Es nuestra responsabilidad proteger a quienes, como el Pueblo Leco, resguardan la creación y la vida en armonía con la naturaleza”. señala el documento, a tiempo de expresar la solidaridad con la familia de Francisco Marupa y con el Pueblo Leco de Apolo, quienes hoy enfrentan una pérdida irreparable.

Al mismo tiempo, hicieron una exhortación a la comunidad nacional e internacional para sumarse “a la exigencia de justicia y garantizar la protección de los derechos de los pueblos indígenas que defienden la vida y la Madre Tierra”.

¿Quién era Francisco Marupa?

Francisco Marupa se desempeñaba como presidente de la Mancomunidad de Comunidades Indígenas de los ríos Beni, Tuichi y Quiquibey. Era reconocido por su firme defensa de los derechos territoriales de las comunidades indígenas y por su oposición a actividades extractivas ilegales en áreas protegidas, especialmente en el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi.

Reconocido por su lucha contra la minería aurífera ilegal y otros proyectos que amenazaban el ecosistema y la cultura de los pueblos originarios.

El trágico suceso ocurrió el 15 de febrero de 2025. Según declaraciones de su hijo, Marupa fue asesinado de manera brutal: “Como animal lo han matado a mi papá, como un venado lo han cazado”, estas palabras reflejan el dolor y la indignación de la familia ante la violencia ejercida contra el líder indígena.

Reacciones y exigencias de justicia

La Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (Contiocap) emitió un pronunciamiento en el que exige una investigación técnica, responsable e imparcial para identificar a los verdaderos responsables del asesinato de Marupa.

Además, pidieron que se respete el debido proceso y que las autoridades no emitan juicios prematuros sin una investigación adecuada. Expresaron su preocupación por posibles presiones sobre los detenidos y la necesidad de garantizar sus derechos durante el proceso investigativo.

La comunidad internacional también ha manifestado su condena ante este hecho. La Unión Europea y sus Estados miembros expresaron su repudio al asesinato de Marupa y pidieron proteger a los defensores de los derechos humanos y del medio ambiente.

Contexto de violencia en territorios indígenas

Este lamentable incidente pone de manifiesto la creciente violencia en las comunidades indígenas de Bolivia, especialmente en áreas donde la minería ilegal y otros proyectos extractivos avanzan sin control.

La ausencia del Estado en la protección de estos territorios es señalada como un factor que contribuye a la escalada de conflictos y agresiones contra líderes indígenas que defienden sus tierras y recursos naturales.

La muerte de Francisco Marupa representa una pérdida irreparable para su comunidad, y pone en evidencia la necesidad de implementar medidas efectivas para proteger a los defensores de los derechos humanos y del medio ambiente.

Fuente: ADN Celam