“La extracción de petróleo en nuestra Amazonía ha traído contaminación, enfermedades, deforestación, destrucción de nuestras culturas y la colonización de nuestros territorios. Es una amenaza existencial para nosotros y viola nuestros derechos fundamentales como pueblos indígenas”, detalla el testimonio de Nemo Andy Guiquita, líder indígena Waorani (Ecuador).
Por Agencia de Noticias Fides-ANF
Una reciente investigación de Stand.earth y Amazon Watch revela que el estado de California (EEUU) es el mayor consumidor mundial de petróleo de la Amazonía. Además, ratifica las vulneraciones a los pueblos indígenas y daño ambiental para la extracción petrolífera.
“Cuando (el petróleo) se extrae, afecta los territorios ancestrales de las comunidades indígenas, los mejores protectores del mundo de la selva tropical y su vasta biodiversidad. En la Amazonía, la industria petrolera provoca deforestación y contaminación, viola los derechos de los pueblos indígenas y propaga la corrupción” detalla este documento publicado recientemente.
Se trata de la investigación “Destinos vinculados”, en que el ambas ONG definen las cantidades de consumo del crudo por parte de las diferentes regiones y empresas del mundo y además se detalla las formas en que este petróleo destruye el medio ambiente, viola los derechos humanos en cada paso de la cadena de suministro y afecta el futuro del clima.
“La extracción de petróleo en nuestra Amazonía ha traído contaminación, enfermedades, deforestación, destrucción de nuestras culturas y la colonización de nuestros territorios. Es una amenaza existencial para nosotros y viola nuestros derechos fundamentales como pueblos indígenas. Estamos pidiendo el fin de todas las nuevas extracciones en nuestras tierras”, detalla el testimonio de Nemo Andy Guiquita, líder indígena Waorani (Ecuador).
Y es que esta investigación apunta que el 89% del crudo anual exportado desde la región de la Amazonía proviene de Ecuador. “El 67% de eso va a los Estados Unidos. Uno de cada nueve galones de combustible bombeado en 2020 en California proviene del Amazonas”.
Se perfila que el gobierno ecuatoriano planea duplicar la extracción de petróleo en los próximos cinco años y para ello, está contemplada la expansión dentro del Parque Nacional Yasuní, con el proyecto de construcción de más de 600 pozos, y una nueva ruta petrolera cerca del área protegida para los pueblos indígenas en aislamiento Tagaeri y Taromenane.
“Nuestros socios indígenas llevan mucho tiempo pidiendo el fin de la extracción de petróleo en sus territorios. Han resistido con éxito muchos proyectos petroleros, mientras luchan contra la expansión de otros”, publicó en su portal la organización Amazon Watch.
La investigación revela el destino que tuvo el petróleo de la Amazonía en el 2020:
-123 millones de galones de combustible para aviones de la selva amazónica fueron consumidos por las principales aerolíneas: American Airlines, Delta, United, Southwest y Alaska Airlines.
-13 millones de galones de diésel de la selva amazónica fueron consumidos por los servicios de entrega de alimentos y bebidas como Pepsi, Sysco, US Foods, Reyes Holdings y UNFI.
-39 millones de galones de diésel de la selva amazónica fueron consumidos por los servicios de paquetería de Amazon.com, UPS y FedEx.
Hace unos días y en el marco de los compromisos asumidos en la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, COP26, representantes de pueblos indígenas emitieron un pronunciamiento en el que demandan acciones concretas a los gobiernos para enfrentar las amenazas en la Amazonía.
“Resolvemos: liderar y ejecutar una fuerte campaña global para la protección del 80% de la Amazonía al 2025, como medida urgente para enfrentar la actual crisis climática”, detalla la reciente resolución de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), que aglutina a países como Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Bolivia.
Los pueblos ancestrales y organizaciones detallaron que las principales amenazas en la región del Amazonas son la tala ilegal, la expansión de la frontera agrícola, la ganadería, la minería ilegal y la explotación petrolera.