El Papa Francisco en sus palabras después de rezar el Regina Coeli en la mañana del domingo de Pentecostés, envió un mensaje de aliento y de atención a los pueblos que están en la Amazonía, que está siendo duramente golpeada por la pandemia, haciendo con una mirada particular a los pueblos indígenas, que señala como los más vulnerables. Son palabras de denuncia y de llamado de atención a priorizar la cura de las personas y no ahorrar para la economía.
“Queridos hermanos y hermanas, hace siete meses se concluía el Sínodo Amazónico. Hoy, fiesta de Pentecostés, invocamos al Espíritu Santo para que dé luz y fuerza a la Iglesia y a la sociedad en la Amazonía, que ha sido duramente golpeada por la pandemia. Muchos son los contagiados y los muertos, incluso entre los pueblos indígenas, que son particularmente vulnerables. Por la intercesión de María, Madre de la Amazonía, pido por los más pobres e indefensos de esa querida región, pero también por los de todo el mundo, y hago un llamamiento para que a nadie le falte la atención sanitaria. Curar a las personas y no ahorrar para la economía. Curar a las personas, es más importante que la economía. Nosotros, las personas, somos templos del Espíritu Santo, la economía no”.