El 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, se presentó en el Vaticano la película «La Carta», que ya tiene más de 8 millones de visitas en YouTube.
Por Luis Miguel Modino
Cuando se habla de la preservación del Planeta, inmediatamente viene a la mente la Amazonía, una preocupación de la Iglesia Católica en Brasil, que en las iglesias particulares de la región amazónica y en la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), a través de la Comisión Episcopal para la Amazonía y la Red Eclesial Panamazónica, se ha comprometido con este objetivo. De ahí la importancia de la presentación en portugués de esta película este 3 de noviembre en la sede de la CNBB.
Un Planeta que nos entristece y avergüenza
Una película que «forma parte de un gran desafío», según Mons. Joel Portela. El secretario general de la CNBB insistió en que «no es sólo una película ecológica, no es sólo una película social», sino «una invitación a trabajar juntos sin descanso para la construcción de un mundo diferente al que tenemos delante, que a veces nos entristece y otras veces también nos avergüenza«. Desde esa afirmación dejó claro la necesidad de un mundo diferente, un mundo que no esté marcado por la «globalización de la indiferencia», denunciando «los muchos dolores que marcan el mundo de nuestro tiempo». Por ello, insistió en que «ante estos dolores, no podemos permanecer indiferentes, con la ilusión de que, si no nos afectan, no tenemos nada de qué preocuparnos», algo que «anestesia nuestra conciencia y nuestro corazón».
Mons. Joel Portela Amado reflexionó a la luz de la Biblia sobre el sufrimiento, que cuando afecta a otro, forma parte de la vida de todos, algo que nace de la condición de hermanos. Por ello, el obispo dejó claro que «para construir un mundo diferente, el mundo nuevo, el primer paso consiste en la unión de todos nosotros, de todos los dolores, de todos los sueños, de todas las causas”. Esto en un mundo interconectado, una reflexión fundamental ante el riesgo creciente de «mirar sólo aquellas situaciones que nos afligen más directamente, olvidando que todo está interconectado», recordando que esta fue la enseñanza que nos dejó el Papa Francisco en Laudato Si’.
El secretario general de la CNBB destacó, basándose en Laudato Si’, la importancia de la ecología integral y su relación con la fraternidad universal. Mons. Joel mostró su agradecimiento a los que idearon y participaron en la película, pero también a los que organizaron al lanzamiento y a la presentación, una película que espera «nos ayude a despertar al desafío que nos plantea la historia hoy«.
Un fruto de la Laudato Si´
Una película que ayuda a recuperar la Encíclica Laudato Si’, «una Carta que es muy importante porque recupera el cuidado de la casa común», según la Hna. María Irene Lopes dos Santos, que leyó extractos de la encíclica. Presentada por Igor Bastos, el Coordinador para Iberoamérica del Movimiento Laudato Si’ destacó que La Carta «es un fruto de Laudato Si’», que trae historias de protagonistas: indígenas, refugiados, activistas, científicos.
Protagonistas a los que el Papa Francisco llama en la película «poetas sociales«, insistiendo Igor Bastos en que «estos poetas son los que construyen la diferencia, son parte de esa diferencia, y están construyendo una sociedad, un Planeta más justo y fraterno». Una película que quiere «ser una herramienta para llevar el mensaje de Laudato Si’ a los lugares donde aún no ha llegado, pero también para reavivar los lugares que han trabajado cada día para vivir este mensaje que nos da el Papa Francisco». Un instrumento que debe ser trabajado en las comunidades eclesiales, en las escuelas, en los diferentes espacios de acción, para llevar «este mensaje de urgencia en un momento tan difícil que estamos viviendo».
Preservación de la Amazonía: un pensamiento colectivo, no individual
Uno de los protagonistas de la película es Dadá Borari, del pueblo indígena maró del estado brasileño de Pará, que forma parte de la región amazónica, que estuvo en la presentación. Su trabajo como activista comenzó en la Iglesia Católica, insistiendo en que «nuestro pensamiento para la preservación de la Amazonía es un pensamiento colectivo, no un pensamiento individual«. Según el líder indígena, «la responsabilidad del bosque no es sólo de los que viven en él, sino de todos los que lo necesitan». Recordó que para los pueblos indígenas la selva es su hogar y la Tierra es su madre, afirmando que hay personas que piensan lo contrario, aunque saben que todo lo que hacen es irregular.
Gente que, según el líder indígena, piensa en el lucro, mientras que los pueblos originarios no piensan en el hoy, sino en el futuro. Insistió en que la película es «una disciplina educativa para que trabajemos» en todos los ámbitos, algo que hace cada día de forma voluntaria con acciones de prevención, vigilancia y educación, denunciando a las instituciones del gobierno brasileño que no están asumiendo su responsabilidad en la defensa de la selva.
Dadá Borari con su participación en la película y en diferentes presentaciones por el mundo, quiso «llevar nuestra voz que no se escucha aquí a la sociedad internacional«, insistiendo en que la preocupación de los pueblos indígenas está a años vista.
Fuente: ADN Celam