Es bueno volver la mirada a las raíces de los encuentros que dan origen a procesos de cambio, como lo ha hecho la Red Eclesial Panamazónica – REPAM en estos 7 años de vida.
Por Mons. Rafael Cob *
Parece que fue ayer cuando en la ciudad de Puyo, del 22 al 24 de abril del 2013, se reunían en el Centro Pastoral de Intipungo, 146 personas convocados por una experiencia de trabajo compartido en el Oriente Ecuatoriano y coordinado por la Cáritas Nacional del Ecuador. Acompañados por las principales autoridades de la Conferencia Episcopal del Ecuador, los obispos de las jurisdicciones amazónicas del Ecuador, el representante del CELAM, Mons. Pedro Barreto, representantes de los pueblos originarios de la Amazonía y organizaciones fraternas internacionales, nos reuníamos a la luz de un proceso de trabajo y reflexión que se venía realizando en la Amazonia ecuatoriana, buscar respuestas y caminos para promover un modo de vida compatible con la defensa de la naturaleza y de los pueblos que en ella habitan.
Nos motivó el llamado que el Papa Francisco había hecho en una homilía el 19 de marzo del 2013: “Quisiera pedir por favor a todos los que ocupan puestos de responsabilidad…hombres y mujeres de buena voluntad: seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente, no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen nuestro caminar…”
Semilla que germina y produce frutos
Todo ello motivó a los presentes a elaborar un documento final de este encuentro y así sembrar la semilla de una Red llamada REPAM, que al año siguiente, 2014, en Brasilia, se diera luz al nacimiento oficial de ésta. La REPAM es fruto de un proceso de trabajo en distintos países amazónicos con la misma búsqueda de encontrar el cauce que articule tantos pensamientos y sentimientos expresados en las voces de los pueblos que viven en los territorios de este bioma panamazónico.