A través del webinar “Agua y el grito de resistencia de las mujeres” promovido desde el núcleo Mujeres y Amazonía de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) se conocieron distintas experiencias de mujeres que, desde el territorio mantienen luchas constantes en defensa de las fuentes de agua. Alrededor de 250 visualizaciones ha tenido hasta el momento este espacio de discernimiento en el canal oficial de YouTube de REPAM.
Por Equipo de Comunicaciones de REPAM
Durante el desarrollo de este espacio de compartir y reflexión, las mujeres de distintos territorios de la Panamazonía, contaron una serie de experiencias que reivindican esa capacidad de lucha que, ellas mismas poseen, en defensa de las garantías de vida. El agua es sinónimo de vida no solo para las poblaciones que habitan nuestra inmensa selva amazónica, sino para el planeta entero. Organismos internacionales y profesionales en la materia han llegado a manifestar que las crisis por agua aumentarán en unos 20 años de forma considerable sino se asume la situación como se debe. Es allí, donde también se sustenta la lucha y capacidad que mantienen las mujeres en comunidades y territorios indígenas de la Panamazonía, un ecosistema fundamental para proveer de agua al mundo.
Guardabosques defensoras
En principio una de las experiencias que se pudo resaltar durante el espacio fue la de las mujeres organizadas como guardabosques que se dedican a defender el estado de las fuentes de agua. Hoy en día, nuestra Panamazonía ve como los estragos ocasionados por la contaminación, sea por mal manejo de residuos, prácticas económicas ligadas al uso de combustible, la extracción de petróleo y el deterioro forestal de las cuencas. En este punto, es válido añadir la preocupación que existe por el turismo sin control que se hace en diversos puntos de la selva amazónica; pues, son las mujeres quienes tienen muy presente el hecho de que la biodiversidad del ecosistema se ve directamente impactada.
En la Panamazonía, las mujeres son defensoras del agua por naturaleza. El espacio promovido por el núcleo Mujeres y Amazonía de REPAM ha sido el escenario para exaltar que: “…todos las historias del origen están relacionadas con el agua y el agua está presente en el ciclo de vida de la naturaleza de la mujer. El amamantar es una representación de agua y vida”. Es allí donde se ve la importancia del agua en un asunto muy importante como la soberanía alimentaria. Las condiciones adecuadas para la alimentación y las distintas prácticas de subsistencia están directamente relacionadas con el estado de las fuentes de hídricas.
La minería, una gran preocupación
La extracción de minerales (en su mayoría oro) es la preocupación que más debe considerarse en el último tiempo como un escenario del deterioro de las garantías de vida en la Panamazonía. Y es que, la actividad minera necesita de una serie de daños al ecosistema para llevarse a cabo: deforestación, uso de contaminantes de las fuentes de agua y deterioro de áreas productivas para las comunidades; a ello, se acompañan delitos como la trata de personas y el narcotráfico. Son diversas las zonas de la selva amazónica en las que las prácticas mineras (realizadas por distintos actores) generan atentados contra las garantías de vida en el planeta.
Las mujeres juegan un papel fundamental en la defensa del territorio ante este flagelo que, incluso a permeado y ganado la aprobación de miembros de los propios pueblos indígenas. En este contexto, las comunidades organizadas y con una fuerza promotora por parte de las mujeres indígenas que habitan la Amazonía se lucha contra la persecución a defensores territoriales, las prácticas de vulneración de derechos y el deterioro ambiental. Las mujeres representan un frente de lucha ante el grave escenario que se vive en la Panamazonía y se vuelven esperanza dentro de las constantes luchas que se mantienen para la defensa de las garantías de vida.