La contaminación y tala indiscriminada están agotando los recursos naturales y el sustento alimenticio de las comunidades del pueblo Tsimane. Los árboles y animales cada vez son menos. El drama se agrava porque no acceden a la salud, educación ni justicia. Esa situación alarma y preocupa a los indígenas que piden al Gobierno de Bolivia respetar su cultura, dignidad y atender sus demandas que vienen exigiendo desde hace años atrás.
Por Agencia de Noticias Fides- ANF
“Estamos preocupados por nuestras tierras y territorios, los bosques están desapareciendo, nuestros animales, nuestras medicinas tradicionales, también están desapareciendo nuestros peces, se están contaminando arroyos, ríos, donde pescábamos, Están tumbando (árboles) con las motosierras y eso nos está afectando”, relata Witman Merena, secretario del Subconcejo Tsimane del Sector Yacuma.
Merena alza la voz y clama justicia para proteger los bosques que son considerados sagrados para las comunidades indígenas. “Pedimos que se haga la justicia, que se haga denuncia al Ministerio de Medio Ambiente”, afirma.
“Sin identidad”
Otra preocupación de los pueblos indígenas del sector Yacuma es la falta de acceso a una identidad. Afirman que no son reconocidos por el Estado, no tienen certificados de nacimiento, lo que impiden a los niños y jóvenes acceder a una educación. El drama empeora, según Merena, en la comunidad 10 de junio, donde vive junto a otros indígenas, puesto que no hay escuelas ni centros de salud.
“No tenemos escuelas (…), no estamos reconocidos por el Estado, no tenemos certificados de nacimientos, por tanto no tenemos acceder al carnet, no podemos hacer estudiar a nuestros hijos, tampoco hay escuela en nuestro pueblo tsimane, así estamos viviendo”, agrega.
Si un indígena se enferma debe acudir a la medicina tradicional porque no cuentan con centros de salud y menos con un hospital para atender sus dolencias. Revela que muchas veces, los enfermos murieron en medio camino cuando iban en busca de un establecimiento sanitario en la ciudad.
El dirigente revela que tanta es la carencia que no se puede dar atención oportuna a un niño que sufre de leishmaniasis, que es una enfermedad parasitaria diseminada por la picadura de un mosquito infectado. Implora al Gobierno para que los ayuden con medicamentos para calmar el dolor del pequeño.
“No tenemos acceso a medicamentos, cuando nos enfermamos usamos medicina tradicional, tenemos un niño con leishmaniasis y no podemos curarlo porque no hay centro de salud, lo que nos queda es curarnos con medicina natural, pero quisiéramos pedir apoyo con medicamentos. Queremos ser atendidos en el tema de salud es importante para asegurar nuestra vida. A veces nuestros niños se nos mueren por falta de atención médica (…), la salud es un derecho y tenemos que ser tomados en cuenta”, remarca.
Respeto a la dignidad
Los avasallamientos son un tema que preocupa a las comunidades indígenas tsimanes y ante esa situación exigen al Gobierno respetar sus territorios, su cultura y dignidad de pueblo ancestral.
“Pedir a los Ministros de Gobierno, al Estado, al presidente Lucho Arce que respete nuestra cultura, que respete nuestra dignidad y también le pedimos al presidente que nos devuelvan nuestros territorios y que no se lo den a los que vienen de tierras altas, eso pedimos encarecidamente. Siempre hemos sido respetuosos”, agrega.
Dificultades de accesos viales y transporte
Otra de las carencias es la falta de transporte, Merena cuenta que los enfermos tienen que caminar kilómetros en busca de un centro de salud.
“Sufrimos, tenemos que caminar porque no contamos con vehículos ni bicicletas, tenemos que caminar kilómetros para llegar a la carretera troncal, cuando vamos nos enfermamos o hay enfermos que se mueren en medio camino, pedimos con mucho respeto que nos escuche el presidente, que nos dé un titulo ejecutorial que estamos demandando”, indica.
El representante indígena manifiesta que en días pasados expresaron al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) su preocupación por no tener acceso a un título ejecutorial y asegura que los funcionarios les pidieron una serie de “pruebas” para confirmar que son oriundos de las tierras que habitan actualmente, entre ellos, asegura Merena, que les cuestionaron la ubicación del cementerio en el que entierran a sus difuntos.
A esa situación, el dirigente explica que los indígenas no tienen un camposanto porque entierran a sus seres queridos en sus propiedades y ahí siembran árboles de toronja o mangos para luego cuidarlos con mucho esmero y amor.
“Hemos presentado nuestra inquietud ante el INRA y nos pide varias pruebas, pero nosotros no cumplimos con eso porque desconocemos qué son, los indígenas éramos nómadas, nuestros ancestros que vivían hace 500 años; somos oriundos del lugar, no hemos venido de tierras altas, es injusto que vengan a decir los del INRA esas cosas, nos piden cementerio pero nosotros donde moríamos ahí enterrábamos a nuestros familiares, en esa parte dejábamos mango o toronja por eso que dicen ellos que no tenemos cementerios, nosotros aclaramos que no somos iguales que otra gente que tienen cementerio, nosotros tenemos individual, no es justo que nos pidan ese dato a nuestras demandas del pueblo Tsimane dentro la Tierra Comunitaria de Origen (TCO)”, señala.
El pasado 7 de octubre el pueblo indígena Tsimane presentó, junto a organizaciones de la sociedad civil, el Informe Alternativo al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el que denuncia que es víctima del olvido y la discriminación del Gobierno nacional.