Coca, Ecuador, 16-04-2016 (REPAM).- La selva amazónica tiene una serie de problemas que no son precisamente el atraso, la pobreza o la falta de fuentes de trabajo, como dicen nuestros gobiernos y las empresas multinacionales. Sus problemas más urgentes son la deforestación, la ganadería extensiva, los monocultivos (como la palma aceitera o la soja), el exterminio de los pueblos indígenas y los mega-proyectos como las hidroeléctricas, las hidrovías, la minería y extracción petrolera.
Así lo afirmaron los delegados de los pueblos amazónicos que participan en la Escuela de Promoción, Defensa y Exigibilidad de Derechos Humanos, organizado por la Red Eclesial Panamazónica, REPAM.
La región amazónica ocupa un 40% del territorio de América del Sur. Es una de las zonas más biodiversas del mundo. Cuenta con millares de especies animales, vegetales y microorganismos. Está surcada por más de 1,200 ríos, los cuales transportan la mayor reserva de agua dulce de superficie disponible en el mundo. Un 20% del oxígeno del planeta es producido en esta región.
En este gran ecosistema viven más de 26 millones de personas; de las cuales, 3 millones son indígenas que corresponden a 400 pueblos originarios que hablan alrededor de 250 idiomas propios. Los pueblos indígenas conviven con colonos, campesinos y comunidades de afrodescendientes; intentando una dinámica armoniosa entre los seres humanos, flora, fauna, especies vegetales y animales, agua, minerales, bosques, insectos, microorganismos.
¿Qué hacer desde las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas frente a los graves problemas que realmente vive la Amazonía? Los delegados indígenas y agentes pastorales participantes en la Escuela de DDHH de la REPAM sugieren varias respuestas:
En el ámbito de la formación, por ejemplo. Incluir en las escuelas y colegios una materia para que desde la niñez se aprenda a querer a la madre naturaleza. Que adolescentes y jóvenes quieran, respeten, cuiden y defienda la tierra, el territorio, el campo. “Que la educación facilite conocer nuestros derechos, nuestros valores, nuestra cosmovisión. Que nuestros saberes ancestrales se alimente también con los otros saberes y conocimientos pero no para destruir el medioambiente sino para mejorarlo y preservarlo”.
“Principal cuidado debemos tener en la formación de los líderes de nuestras comunidades. Que crezcan como líderes democráticos con sentido de pertenencia a sus comunidades y que no se dejen comprar fácilmente por migajas, promesas o engaños de las empresas y de los gobiernos”, afirman en sus primeras conclusiones, al terminar el primer módulo sobre Realidad Panamazónica.
Sus recomendaciones abarcan también los aspectos de Incidencia, Comunicaciones, Jurídico-legal, Redes y alianzas, Espiritualidad y cultura, Formas productivas alternativas al consumismo y extractivismo.
La Escuela de REPAM orientada a defender y exigir los derechos humanos en la Panamazonía, cuenta con el aval académico de la Universidad Católica de Ecuador y del Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina del CELAM, CEBITAL. El primer módulo fue coordinado por facilitadores del Consejo Indigenista Misionero de Brasil (CIMI), del equipo Itinerante de la Panamazonía y del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica de Perú (CAAP). El Segundo módulo contará con la coordinación del Dr. Mario Melo (PUCE) y de la lideresa del pueblo Sarayaku, Patricia Gualinga.