Convocó a la REPAM para que continúe su acción como “puente” para llevar el proceso de escucha a la periferia, a los lugares donde nunca fueron escuchados. “Se trata de compartir el tesoro que la iglesia en la Amazonía ha podido producir la riqueza de vida que ha podido generar”.
Por Carmen Julia Luján
El director del Centro Pastoral de Acción Social y Redes del CELAM, Mauricio López, destacó que el ejercicio de escucha que dejó la experiencia del Sínodo de la Amazonía es un legado para la Asamblea Eclesial en un sentido de escucha mutua, recíproca y transformadora.
Es decir, el Sínodo Amazónico propició que temáticas que se encontraban en el corazón de los pueblos indígenas y en la práctica de la Iglesia misionera en este territorio se van convirtiendo poco a poco en verdaderas conversiones reformas y cambios, tal vez no en un ritmo acelerado, pero con pasos significativos.
Esto develó que los cambios que vienen de la escucha y discernimiento no están asociados ni a personas y estructuras, sino siguen la lógica del pueblo Dios.
“Cuando iniciábamos el proceso de preparación de la Asamblea eclesial, el pedido fue muy claro y contundente: queremos que el modelo de escucha que la Iglesia en la Amazonía nos regaló a partir del Sínodo, ayude a la Iglesia universal, queremos que el modo de llegar a las periferias existenciales y geográficas se pueda aplicar y que sea algo irreversible”, indicó López durante el Foro “Construyendo Nuevos caminos para la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe” realizado el 28 de junio por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
De esta manera, Mauricio López, convocó a la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) a que continúe su acción como “puente” y que mediante su trabajo en red pueda llevar el proceso de escucha a la periferia, a los lugares donde nunca fueron escuchados
“Se trata de compartir el tesoro que la iglesia en la Amazonía ha podido producir la riqueza de vida que ha podido generar”, enfatizó.
Apropiarse de la Asamblea Eclesial
López insistió en que la Asamblea Eclesial quiere convertirse en una puerta abierta para que en medio de esta pandemia, y las dificultades que conlleva, se genere una verdadera presencia de escucha, que acompaña los gritos de la Madre Tierra y de los pueblos, de esa manera es posible aspirar a la sinodalidad.
Finalmente, invitó a que todos y todas abracen el proceso de escucha de la Asamblea Eclesial como propio, que no sea un evento lejano y ajeno, sino verlo como una verdadera oportunidad para generar espacios de transformación que ayuden a encontrar nuevos caminos.
“Necesitamos abrazarla como propia, necesitamos hacernos cargo de esta conversión de esta reforma de nuestra iglesia en una clave más sinodal, en una clave más discípula misionera en salida”, finalizó.
Foto Portada Agencia de Noticias Fides