Ciudad del Vaticano, 2 de marzo 2015 (VIS).- Esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha tenido lugar la presentación de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), nacida en septiembre de 2014 en Brasilia (Brasil), durante un encuentro de los obispos en cuyo territorio hay regiones del Amazonas, sacerdotes, misioneros y misioneras de congregaciones que trabajan en la jungla amazónica, representantes de algunas Caritas nacionales y laicos pertenecientes a diversas estructuras de la Iglesia.
Han intervenido el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, el arzobispo Pedro Barreto Jimeno S.I., de Huancayo (Perú) y Presidente del Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano; Michel Roy, Secretario General de Caritas Internationalis y Mauricio López Oropeza, Secretario Ejecutivo de la Repam. El cardenal Cláudio Hummes, O.F.M, Presidente della Comisión para Amazonas de la Conferencia Episcopal de Brasil, que no pudo estar presente intervino en la presentación con un mensaje grabado.
El territorio amazónico es el bosque tropical más extenso del mundo. Comprende seis millones de Km2 y es compartido por Guyana, Surinam y Guyana Francesa Venezuela, Ecuador, Colombia, Bolivia, Perú y Brasil. Viven en él 2.779478 seres humanos que corresponden a 390 pueblos indígenas y 137 pueblos aislados (no contactados) con el valor de sus culturas ancestrales, 240 lenguas habladas pertenecientes a 49 familias lingüísticas. Se trata, como explicó Mons. Barreto, de ”un territorio devastado y amenazado por las concesiones de los Estados a las corporaciones transnacionales. Los grandes proyectos extractivos, los monocultivos y el cambio climático ponen en grave riesgo sus tierras y el entorno natural. Destruyen su cultura, la autodeterminación de los pueblos y sobre todo afectan a Cristo encarnado en las personas que lo habitan (pueblos originarios, ribereños, campesinos, afro descendientes y poblaciones urbanas). De ahí que la REPAM se crease ”como la respuesta de Dios a esta necesidad sentida y urgente de cuidar la vida de las personas para que vivan en armonía con la naturaleza desde la amplia y variada presencia de los miembros y equipos de la Iglesia en la Pan-Amazonía”.
Por su parte el cardenal Turkson ilustró las características principales de la Red, comenzando por la transnacionalidad. ”El elevado número de países involucrados -dijo- se debe a la toma de conciencia de que una acción eficaz que contrastase los retos que van más allá de las fronteras de un sólo estado, requería la sinergia de las fuerzas vivas de todas las naciones interesadas, entre ellas…la Secretaría de la REPAM, las diversas diócesis, sin olvidar que desde el principio la Red trabaja en sintonía con la Santa Sede, el CELAM y sus estructuras”. Otra característica es la eclesialidad porque además de actuar de forma transnacional, la REPAM se propone instaurar una colaboración armoniosa entre los diversos componentes de la Iglesia: congregaciones religiosas, Caritas, diócesis, laicos, etc…
El compromiso por la defensa de la vida es, para el cardenal Turkson, la tercera característica. ”La REPAM -evidenció- nace para responder a desafíos importantes. Está en juego la defensa de la vida de numerosas comunidades que, sumadas, representan más de 30 millones de personas. Están amenazadas por la polución, el cambio radical y rápido del ecosistema del que dependen y la ausencia de tutela de sus derechos humanos fundamentales”. ”La Red se presenta en Roma -añadió- no sólo por el enorme significado simbólico que reviste para la Iglesia la Sede de Pedro, sino también por la voluntad de darle visibilidad. La forma en que la REPAM, actuando como una plataforma, se estructurará y definirá su modo de funcionamiento, sus prioridades de acción, sus modalidades de acreditación, podría servir de modelo a iglesias locales de otros continentes que deben enfrentar retos parecidos. Además, la REPAM, se ha concebido como una herramienta que se puede adoptar en ámbitos claves y diversos: la justicia, la legalidad, la promoción y tutela de derechos humanos, la cooperación entre la Iglesia y las Instituciones públicas en varios niveles, la prevención y gestión de conflictos, el estudio y la difusión de informaciones, el desarrollo económico inclusivo y ecuo, el uso responsable y solidario de los recursos naturales respetando la creación, la defensa de las culturas y los modos de vida tradicionales de los diversos pueblos”.
A su vez, el cardenal Hummes en su vídeo mensaje reiteraba que la creación de la Red Eclesial Panamazónica, ”representa un nuevo incentivo y un aldabonazo para la obra de la Iglesia en Amazonia, fuertemente deseada por el Santo Padre. Allí, la Iglesia quiere ser con valor y determinación, Iglesia misionera, misericordiosa, profética, cercana a toda la gente, especialmente a los más pobres, a los excluidos, a los descartados, a los olvidados y a los heridos. Una Iglesia con ”un rostro amazónico” y un ”clero autóctono”, como propuso el Papa en un discurso a los obispos de Brasil”.
Fuente: visnews-es