América Latina, 14-06-2016 (REPAM).- La encíclica “Laudato Si” (Alabado Seas), fue presentada al mundo el 18 de junio del 2015. Se trata de una carta pastoral del papa Francisco, firmada el 15 de mayo de ese mismo año, en la que el Santo Padre nos convoca a defender y cuidar la Casa Común.
El nombre de la encíclica fue tomado del “Cántico de las Criaturas”, de San Francisco de Asís, en donde una de sus estrofas dice: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba»
Al cumplirse un año de su publicación, se han organizado muchísimas actividades en diversas partes del mundo: Conferencias, paneles, mesas de debate, charlas, celebraciones religiosas, diálogos con científicos, presentaciones artísticas, difusión de videos, programas de radio; pero también, actos y gestos prácticos y simbólicos como jornadas de limpieza, siembra de árboles, acciones de reciclaje, cuidado de los parques, etc.
No es para menos, por primera vez en su historia, la Iglesia Católica emitía, hace un año, una carta pastoral dedicada exclusivamente al cuidado de la hermana y madre tierra. Una encíclica que habla con mucha claridad de la importancia de tomar medidas urgentes para no quedarnos sin nuestra Casa Común: “Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto»”
El papa Francisco señala también con mucha claridad, que no se trata de aplicar medidas aisladas o meramente “ambientalistas”, dado que el ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos: “Dada la magnitud de los cambios, ya no es posible encontrar una respuesta específica e independiente para cada parte del problema. Es fundamental buscar soluciones integrales que consideren las interacciones de los sistemas naturales entre sí y con los sistemas sociales. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza” (LS # 134).
Desde la Red Eclesial Panamazónica, REPAM, queremos invitarles a poner en práctica cada una de las propuestas y recomendaciones que nos hace el papa Francisco en esta encíclica. Desde las cosas más pequeñas que cada persona puede implementar, como el cuidado del agua en la casa y en la comunidad, hasta la implementación de políticas públicas por parte de nuestros gobiernos para impedir la deforestación o la contaminación del medio ambiente; pasando por la urgente necesidad de cambiar nuestros modos de vida, de consumo y de producción.
“Necesitamos una solidaridad universal nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, « se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios ».22 Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades” LS #14).
Como REPAM, junto al papa Francisco, les convocamos también a aprender de nuestros pueblos indígenas, ellos nos enseñan que es posible otro tipo de vida, otro tipo de relación con la madre tierra: “Para ellos, la tierra no es un bien económico, sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores. Cuando permanecen en sus territorios, son precisamente ellos quienes mejor los cuidan. Sin embargo, en diversas partes del mundo, son objeto de presiones para que abandonen sus tierras a fin de dejarlas libres para proyectos extractivos y agropecuarios que no prestan atención a la degradación de la naturaleza y de la cultura” (LS #146)
En este primer aniversario de la encíclica, les animamos a seguir difundiendo el contenido de “Laudato Si”. Aquí pueden consultar y bajar el texto completo del encíclica. También la pueden escuchar en una versión radio-teatralizada en la que podremos escuchar a San Francisco de Asís, al Papa Francisco y muchas voces humanas y de la naturaleza ayudándonos a entender la necesidad y la urgencia del cuidado de nuestra Casa Común.