Nota conjunta sobre la “Doctrina del descubrimiento”

© (Vatican Media)

Publicamos la Nota conjunta del Dicasterio para la Cultura y la Educación junto al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral sobre la “Doctrina del Descubrimiento”, difundida el 30 de marzo por la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Al final, compartimos la entrevista con el Cardenal Michael Czerny sobre el tema.

Nota conjunta sobre la “Doctrina del descubrimiento”

del Dicasterio para la Cultura y la Educación y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral

1. Fiel al mandato recibido por Cristo, la Iglesia católica se esfuerza por promover la fraternidad universal y el respeto de la dignidad de todo ser humano.

2. Por este motivo, en el curso de la historia los Papas han condenado los actos de violencia, opresión, injusticia social y esclavitud, entre ellos los cometidos contra las poblaciones indígenas. Ha habido numerosos ejemplos de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos que han dado su vida en defensa de la dignidad de esos pueblos.

3. Al mismo tiempo, el respeto por los hechos de la historia exige el reconocimiento de la debilidad humana y de los fallos de los discípulos de Cristo en cada generación. Muchos cristianos han cometido actos de maldad contra las poblaciones indígenas, por los cuales los Papas recientes han pedido perdón en numerosas ocasiones.

4. En nuestros días, un diálogo renovado con los pueblos indígenas, sobre todo con los que profesan la fe católica, ha ayudado a la Iglesia a comprender mejor sus valores y sus culturas. Con su ayuda, la Iglesia ha tomado mayor conciencia de sus sufrimientos, pasados y presentes, provocados por la expropiación de sus tierras, que consideran un don sagrado de Dios y de sus antepasados, así como por las políticas de asimilación forzada, promovidas por las autoridades de gobierno de la época, que buscaban eliminar sus culturas indígenas. Como ha subrayado el Papa Francisco, sus sufrimientos constituyen una fuerte llamada a abandonar la mentalidad colonizadora y a caminar junto con ellos, en el respeto recíproco y en el diálogo, reconociendo los derechos y los valores culturales de todos los individuos y los pueblos. A este respecto, la Iglesia está comprometida en acompañar a los pueblos indígenas y en promover esfuerzos encaminados a promover la reconciliación y la sanación.

5. En este contexto de escucha a los pueblos indígenas, la Iglesia ha visto la importancia de afrontar el concepto denominado “doctrina del descubrimiento”. El concepto jurídico de “descubrimiento” ha sido debatido por las potencias coloniales desde el siglo XVI y ha encontrado una expresión particular en la jurisprudencia del siglo XIX, en los tribunales de diferentes países, según la cual el descubrimiento de tierras por parte de los colonos concedía el derecho exclusivo de extinguir, mediante la compra o la conquista, el título o la posesión de dichas tierras por parte de las poblaciones indígenas. Algunos estudiosos han sostenido que la base de la llamada “doctrina” se encuentra en diversos documentos papales, como las bulas Dum Diversas (1452), Romanus Pontifex (1455) e Inter Caetera (1493).

6. La “doctrina del descubrimiento” no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica. La investigación histórica demuestra claramente que los documentos papales en cuestión, escritos en un período histórico específico y relacionados a cuestiones políticas, nunca han sido considerados expresiones de la fe católica. Al mismo tiempo, la Iglesia reconoce que estas bulas papales no reflejaban adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas. La Iglesia también es consciente del hecho de que el contenido de estos documentos ha sido manipulado para fines políticos por las potencias coloniales que competían entre sí, para justificar actos inmorales contra las poblaciones indígenas, realizados algunas veces sin oposición de las autoridades eclesiásticas. Es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón. Además, el Papa Francisco ha exhortado: «Que la comunidad cristiana no se deje contaminar nunca más por la idea de que existe una cultura superior a otras y que es legítimo usar medios de coacción contra los demás».

7. El magisterio de la Iglesia sostiene, en términos inequívocos, el respeto debido a cada ser humano. Por tanto, la Iglesia católica repudia los conceptos que no reconocen los derechos humanos intrínsecos de los pueblos indígenas, comprendida la que se ha dado a conocer legal y políticamente como “doctrina del descubrimiento”.

8. Numerosas y recurrentes declaraciones de la Iglesia y de los Papas sostienen los derechos de los pueblos indígenas. Por ejemplo, en la bula Sublimis Deus de 1537, el Papa Pablo III escribió: «Determinamos y declaramos […] que dichos Indios, y todas las gentes que en el futuro los cristianos llegasen a conocer, aunque vivan fuera de la fe cristiana, pueden usar, poseer y gozar libre y lícitamente de su libertad y del dominio de sus propiedades, que no deben ser reducidos a servidumbre y que todo lo que se hubiese hecho de otro modo es nulo y sin valor.»

9. Más recientemente, la solidaridad de la Iglesia con los pueblos indígenas ha dado lugar al apoyo decidido de la Santa Sede a los principios contenidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. La implementación de tales principios mejoraría las condiciones de vida y ayudaría a proteger los derechos de los pueblos indígenas, además de facilitar su desarrollo en un modo que respete su identidad, lengua y cultura.


Entrevista con el Cardenal Michael Czerny

Una “Nota formal”, fruto de un proceso nada fácil en el contexto del diálogo y la escucha exigida por el Papa, que no quiere negar los “pasos desafortunados” del pasado, sino reconocerlos y situarlos en su contexto histórico y también en sus efectos e impacto hoy.

Por Salvatore Cernuzio / Renato Martinez – VaticanNews

Así resume el cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, la Declaración Conjunta sobre la llamada “Doctrina del Descubrimiento” publicada la mañana de este jueves, 30 de marzo: “La Santa Sede y los obispos canadienses y estadounidenses desean realmente que esta Nota, que lamenta lo sucedido, ayude a la sanación y a la reconciliación con los pueblos indígenas”, afirma en una entrevista con los medios vaticanos.

Card. Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral – Foto: Vatican Media

Eminencia, ¿por qué la Santa Sede ha decidido publicar esta Nota conjunta sobre la “Doctrina del Descubrimiento”?

Para la Santa Sede era importante publicar esta Nota porque los Pueblos Indígenas de Canadá, y en general, de las Américas, lo han pedido. Han pedido una explicación y una repudiación de la llamada “Doctrina del Descubrimiento”. Eso es lo que la Nota quiere expresar. Pero, leyendo la Nota hace falta recordar que los pueblos indígenas han pedido una Nota formal, entonces la Nota es formal. Cuando uno pide una respuesta pastoral, no hay que buscarla en esta Declaración. Hay que buscarla en lo que los Papas, Juan Pablo II y Francisco han dicho en Canadá en 1984 y 2022, respectivamente.

En julio de 2015, estuve en Bolivia cuando el Papa Francisco, repitiendo lo que dijo San Juan Pablo II, pidió a la Iglesia que “se arrodille ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos e hijas”, los muchos y graves pecados cometidos contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios durante la llamada conquista.

Entonces, la Santa Sede y los obispos canadienses y estadounidenses desean realmente que esta Declaración, que lamenta lo sucedido, contribuya a la curación y a la reconciliación con los Pueblos Indígenas.

¿Cuál fue el significado y el alcance de las tres bulas papales del siglo XV, por las que el Pontífice concedió a los colonizadores el derecho a tomar posesión de las tierras y los bienes indígenas? ¿Por qué algunos estudiosos consideran que estos documentos constituyen la base de la “Doctrina del Descubrimiento”?

Bueno, estamos hablando de estas bulas. Hay que entender que una bula es una decisión o declaración política oficial, y se llama bula porque lleva un sello, en el sentido de decreto y no en el sentido de magisterio o enseñanza. Las bulas publicadas a finales del siglo XIV eran los intentos de los Papas para evitar la guerra y mantener el orden entre Portugal y España, que competían por colonizar el llamado Nuevo Mundo, y para conseguir el apoyo de los Reyes para evangelizar nuevos territorios. 

Unas décadas más tarde, las bulas quedaron obsoletas e inválidas, ya que los Papas defendieron explícitamente los derechos de los Pueblos Indígenas y trataron de protegerlos de las explotaciones y abusos de los colonizadores. Así pues, la Declaración dice que la enseñanza oficial de la Iglesia defiende el respeto debido a todo ser humano y repudia cualquier concepto que no reconozca los derechos humanos inherentes a los Pueblos Indígenas, incluidas las declaraciones realizadas en aquellas bulas papales de finales del siglo XIV.

No basta con rechazar esa triste historia, sino que hay que reconocer, proteger y promover la dignidad de toda persona humana, y por tanto los derechos de los Pueblos Indígenas.

Las bulas papales hablan de dominación, sometimiento, acaparamiento de tierras y esclavitud. ¿Cómo se puede ir hacia adelante con un legado así? ¿Es adecuada la respuesta actual?

Cuando las bulas papales hablan de dominación, subyugación, apropiación de tierras y esclavitud, es absolutamente terrible para nosotros leer esto hoy, primero para los Pueblos Indígenas y para todos los demás. Para responder a un lenguaje agresivo y vergonzoso, no basta condenarlo o decir, eso es terrible, no. la primera cosa es abrirse a considerar que se ha dicho, pero, también que quería decir en su contexto histórico científicamente hablando. 

Todos los implicados, la generación actual de Pueblos Indígenas y la generación actual de colonos, tienen que reconocer lo que se dijo y por qué, y luego ver cómo evolucionaron las cosas; quizá lo más importante sea reconocer los efectos de la colonización que perduran hasta hoy y hacer causa común para superarlos lo antes posible: respeto a la identidad, al idioma, las culturas y los derechos de los Pueblos Indígenas, dice la Declaración Conjunta, y trabajar juntos para mejorar las condiciones de vida y facilitar el desarrollo (cf. § 9).

No hay un solo paso que elimine el legado del colonialismo, y eso incluye las bulas papales asociadas a la Doctrina del Descubrimiento. Los obispos canadienses, los católicos, los creyentes y los ciudadanos deben trabajar cada día, no sólo para condenar las falsas ideas que han infectado demasiadas actitudes en Canadá, sino también para caminar hacia adelante en solidaridad con un objetivo de curación y reconciliación, que parte de la escucha, como lo estamos viviendo en este proceso sinodal. 

¿Desde cuándo la Iglesia Católica ha afirmado los derechos inviolables de los pueblos indígenas?

La defensa de los derechos de los indígenas comenzó pocos años después de las bulas que la Nota publicada hoy está tratando de clarificar. Iglesia ha defendido los derechos de los no cristianos desde el siglo XII. Lamentablemente, esta defensa no se ofreció durante la temprana colonización de la costa occidental de África y de América, pero a partir de la década de 1530 los pensadores y líderes católicos fueron cada vez más enérgicos en su defensa. 

El apoyo de la Iglesia Católica a los derechos inviolables de los Pueblos Indígenas se remonta a la bula Sublimis Deus de 1537, en la que el Papa Pablo III escribió: “Definimos y declaramos [ … ] que [, …] los dichos indígenas y todos los demás pueblos que después descubrieren los cristianos, de ningún modo han de ser privados de su libertad ni de la posesión de sus bienes, aunque estén fuera de la fe cristiana; y que pueden y deben, libre y legítimamente, gozar de su libertad y de la posesión de sus propiedades; ni han de ser en manera alguna esclavizados; si ocurriese lo contrario, será nulo y no tendrá efecto alguno”.

¿Cómo ha influido en estas cuestiones el viaje del Papa Francisco a Canadá en julio de 2022?

El viaje del Papa Francisco a Canadá en julio del año pasado ha dado expresión a las inquietudes que la Nota quiere responder, es decir, mientras algunos indígenas han pedido esta clarificación, durante el viaje la inquietud ha sido actualizada. Y el Santo Padre en cierto sentido, ha abrazado no solo la pregunta, sino el dolor que está detrás de la pregunta, que a mi modo de ver es el punto central. La pregunta no es tan histórica como parece, sino es actual. Lo segundo es que el Santo Padre nos ha mostrado el modo de abordar las espinosas cuestiones del pasado: escuchando. No se empieza por los discursos, sino por la escucha. La Nota de hoy se sitúa en el contexto de la escucha y el diálogo. Se publica porque los pueblos indígenas de Canadá lo pidieron. No todos, pero hubo un llamamiento a lo largo de varios años para que hubiera una aclaración formal sobre la cuestión.

Fuentes: Dicasterio para el servicio del Derrasolo Humano Integral / Vatican News