El 19 de enero del 2018, día de la visita del Papa Francisco a la ciudad de Puerto Maldonado, en la Amazonía peruana, los protagonistas serán los pueblos indígenas u originarios que sostendrán un encuentro especial con él, en el Coliseo Cerrado de Madre de Dios.
Llegarán de toda la selva peruana, incluso desde territorios vecinos y también amazónicos como Bolivia y Brasil.
En palabras de David Martínez de Aguirre, obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, encargado de la histórica visita, con el apoyo de diversas instituciones y de la sociedad civil, la llegada del Papa Francisco será de un incentivo grande para las comunidades de toda la Amazonía.
“Para los pueblos originarios es un incentivo grande, para levantar nuestra autoestima, para sentir que somos sujetos de la historia, que tenemos capacidad y que estamos preparados para sentarnos en la mesa de negociación de la Casa Común, y que tenemos algo que aportar, que tenemos bastante que decir”, manifestó este fin de semana en Puerto Maldonado.
Señaló que este aporte llegará desde la sabiduría propia de los pueblos, de sus tradiciones y sus conocimiento del bosque.
Ante la pregunta sobre las razones que motivan al Papa a visitar esta parte del país, Martínez de Aguirre enfatizó que se debe, entre otras razones, a que “percibe en los pueblos originarios grandes fortalezas y también debilidades”.
Alertó, además, de la situación que enfrenta la Amazonía desde siempre, “una situación convulsionada” que ha llevado a que los pueblos originarios “muchas veces hayan sido apartados y a veces excluidos y reducidos en porciones de tierra”.
“La Amazonía concentra las miradas de muchas personas y no siempre son miradas saludables, muchas veces son miradas interesadas que ponen a la Amazonía en peligro”, agregó.
Respecto a la visita, precisó que existe un programa de tres días que se iniciará el 17 de enero y que la Comisión de Pastoral −una de las comisiones creadas para organizar la visita− está a cargo de las actividades.
“Queremos dar sentido a toda la visita, y en primer lugar queremos tener un evento de tres días. El primer día, el 17, diciendo somos una Iglesia local, que se organiza, que quiere ser acogedora, y quiere hacer algo; el segundo día, el 18, diciendo que somos una Iglesia contextualizada, una Iglesia amazónica, hermana de otras iglesias que también van a recibir al Santo Padre; y el tercer día, somos una Iglesia universal”, explicó.
Sobre la logística para contar con representantes de los pueblos indígenas, el obispo manifestó que esta fase será compleja porque buena parte de los pueblos originarios amazónicos viven en lugares muy apartados donde el transporte es altamente elevado y las posibilidades de que las comunidades puedan por sí mismas trasladarse hasta Puerto Maldonado son difíciles.
No obstante, indicó que ya se están haciendo las coordinaciones y se está buscando el apoyo necesario para cumplir con esta parte de la organización.
Cabe señalar que la visita del Papa a Puerto Maldonado está estimada en unas seis horas; este tiempo incluirá, además del encuentro con los pueblos indígena en el Coliseo Cerrado de Madre de Dios, la visita al albergue infantil El Principito y un evento multitudinario en el instituto superior tecnológico Jorge Basadre Grohmann.