El II Encuentro de la Pastoral Social del Vicariato de San José del Amazonas, desarrollado en Indiana, Loreto, buscó impulsar la preparación de misioneros y agentes pastorales, fortaleciendo su compromiso para la atención de los pueblos de la Amazonía.
Por Querida Amazonía
Bajo el lema “No hay una auténtica evangelización sin promoción humana”, la comisión de la Pastoral Social del Vicariato de San José del Amazonas llevó a cabo el II Encuentro vicarial de Pastoral Social del 3 al 6 de octubre en Indiana, localidad ubicada en la provincia de Maynas, en Loreto. Participaron 45 misioneros y agentes pastorales provenientes de 12 puestos ubicados en los ríos Napo, Amazonas y Yavarí, junto con presidentes de comunidades indígenas, jueces de paz y colaboradores en áreas de salud, educación y asistencia legal.
A través de este espacio, se logró animar y motivar el acompañamiento y acción social de los agentes pastorales, quienes se comprometieron a compartir y multiplicar el papel social de la Iglesia como acción evangelizadora que promueve el “Buen Vivir,” la dignidad, los derechos de los pueblos y el cuidado de la Casa Común, con un enfoque especial en la pastoral indígena.
Griselda Rocío Arciniega Núñez, coordinadora de la Pastoral Social y de la oficina Defensa de la vida y cultura del vicariato, mencionó que la formación fue un despertar sobre la realidad que se vive a nivel nacional y que afecta la Amazonía. “También el interés de como cultivar chacras mas saludables, rendidoras o con desarrollo para salir de la pobreza y de la misma mala alimentación. Tener una vida mas desde el Buen Vivir, uno de los objetivos que tenemos (…) Los aportes e iluminaciones de cada uno fueron muy importantes”, mencionó.
La planificación del encuentro se basó en la metodología del ver, juzgar y actuar; y contó con la colaboración del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS). Durante las mañanas, se analizó la realidad y la acción pastoral de los puestos de misión. Por las tardes, se llevaron a cabo talleres de formación en diversos temas, incluyendo derechos humanos y la ruta de actuación frente a la violencia contra mujeres, niños, niñas y adolescentes.
La Hna. Lucero Guillen, responsable de la Pastoral de la Tierra del Vicariato de Yurimaguas, estuvo a cargo del taller para el cuidado de la Casa Común desde la interculturalidad y el Buen Vivir. La misionera resaltó que el verdadero desarrollo busca el Buen Vivir de la población y es fruto del trabajo conjunto, fortalecimiento de capacidades, conocimiento y defensa del territorio a través de acciones creativas y concretas.
Para Karina Lozano Torres, del Servicio de Atención Rural del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y agente pastoral del puesto de misión San Pablo, este espacio le permitió entender que no están solos en esta labor, y que como pastoral social se puede trabajar de manera articulada, en la búsqueda de más alianzas conjuntas. “Acciones concretas para escuchar, atender, entregar tiempo al hermano”, refirió.
Fortaleciendo la pastoral social
La reunión se dividió en una jornada de tres días. El primero se enfocó en comprender la realidad y la acción pastoral de los puestos de misión, así como el diagnóstico de la realidad nacional y la crisis política en la Amazonía. El segundo día profundizó en la Doctrina Social de la Iglesia y la dimensión profética de la Pastoral Social. En el tercero, los participantes presentaron sus compromisos y acciones para fortalecer la pastoral social en sus puestos de misión.
Oscar Ríos, agente pastoral de Mazán, destacó la motivación y fortaleza transmitida por los misioneros que impartieron las capacitaciones. “Me impactó cuando nuestros expositores nos explicaron más a fondo la labor de los agentes de pastoral, no solo con la palabra sino con la acción. Cuando nosotros estamos debilitados, ellos vienen como un impulso para que seamos valientes en nuestro trabajo porque es de todos y para todos”, mencionó.
En ese sentido, los participantes expresaron su compromiso de aplicar lo enseñado en sus puestos de misión. Entre los temas tratados se destacó la importancia de articular entre los puestos de misión, con autoridades del Estado e instituciones aliadas, y de sensibilizar y entender la responsabilidad compartida de la comunidad en la promoción del “Buen Vivir” y la defensa de los derechos humanos.
En palabras de Doyli Pérez Pizango, agente de pastoral social del puesto de misión San Pablo, se aprendió a trabajar articuladamente con toda la sociedad y la comunidad. “Lo que me llevo a mi comunidad es el aprendizaje de cuidar nuestra Casa Común”. Ysaías Fasabi, secretario de Derechos Humanos del Frente de Defensa del distrito Fernando Lores, en la misión Tamshiyacu, compartió: “Me llevo de este encuentro el ayudar a los demás para que conozcan que todos tenemos los mismos derechos”.
Fuente: Querida Amazonía