La Directiva de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC). estuvo presente de 9 a 11 de junio en el Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo-Solano, como una muestra de cercanía y del compromiso del episcopado colombiano con el territorio amazónico.
Por Julio Caldeira – Comunicaciones REPAM
El episcopado colombiano se hizo presente en Puerto Leguízamo con Mons. Luis José Rueda, Arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC, Mons. Omar Alberto Sánchez, Arzobispo de Popayán y Vicepresidente, Mons. Luis Albeiro Maldonado, Obispo de Mocoa-Sibundoy, el Padre Rafael Castillo, Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana y Juan Felipe Martínez, articulador de REPAM Colombia.
Según Mons. Joaquín Pinzón, I.M.C., obispo del Vicariato de Puerto Leguízamo-Solano, la visita fue un motivo de gran alegría y signo concreto de comunión de la Iglesia colombiana con la Amazonía. “Para nosotros ha sido un momento de comunión, de participación y de fortaleza en la misión, según el espíritu de la sinodalidad. Fue un momento importante de acercar a toda la Iglesia colombiana esta Amazonía y para ellos es un aproximarse a este pueblo de Dios que peregrina en esta Amazonía”, destacó Mons. Pinzón.
El obispo de Puerto Leguízamo-Solano concluye dando “gracias a Dios por este acontecimiento y le pedimos que el don de esta visita frutifique, fortaleciéndonos todos en la fe”.
Escucha a líderes y velatón por la paz
La visita fue una muestra de cercanía y del compromiso del episcopado colombiano con la labor misionero de Mons. Joaquín Pinzón, de los agentes de pastoral y líderes en el territorio amazónico. Al mismo tiempo, los miembros de la delegación han llevado un mensaje de esperanza y de una opción en defensa de la vida y del medio ambiente.
A lo largo de los encuentro se realizaron diversos momentos de escucha a los líderes de las comunidades del Vicariato, que está ubicando en la triple frontera Colombia-Ecuador-Perú y en parte de tres Departamentos amazónicos: Putumayo, Caquetá y Amazonas. Entre ellos, se vivió un importante espacio de escucha, reflexión y oración por las víctimas de la guerra y violencia que genera. Mons. Luis José resaltó que “la Iglesia es testigo de los sufrimiento de los pueblos que acompaña, pero también debe ser testigo de la esperanza, y esa es la misión en Leguízamo”.
Después de la celebración eucarística, se realizó también un velatón clamando por la protección de la vida y por la paz en el territorio, junto a los obispos, equipos misioneros, fieles y autoridades del municipio. “Estamos llamados a ser misioneros de la esperanza, a vivir el mandamiento del amor y a dar pasos de reconciliación para acabar con el odio”, destacó el presidente del episcopado colombiano.
Bendición de la cruz de la memoria
En el marco de la visita, se realizó una visita pastoral a la población de Bellavista, ubicada a 52 kilómetros por el río Putumayo abajo, una de las comunidades que sufren con el conflicto armado. En el interior de la selva, como símbolo del compromiso por la paz, en el cuidado da la casa común y de sus pueblos, se realizó un momento de oración y bendición de la “cruz de la memoria”.
En la gran Maloka de la comunidad, lugar de reunión y de encuentro de las comunicades indígenas, fue celebrada la Eucaristía, donde se expresó de manera concreta la comunión de la Iglesia colombiana y las comunidades amazónicas.
En su homilía, Mons. Rueda recalcó la necesidad de “salir de la cueva del miedo por la violencia, reconociendo que en Cristo debemos ser luz y salir a la luz. Cuando aceptamos la palabra, Dios como una suave brisa nos da el valor par ser luz.” Así mismo, reafirmó la importancia de la mujer en estas tierras y en todo el país: “Las mujeres tienen la vocación de la vida, tienen manos para la vida, para trasmitirla y cuidarla”.
Comunicado de la Visita Pastoral en la Amazonía colombiana
La Conferencia Episcopal de Colombia a través de su Presidencia, en la visita pastoral al Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo-Solano (Putumayo) y a la Diócesis de Mocoa-Sibundoy hacen un llamado a las autoridades civiles, a los actores armados y a los fieles de estas jurisdicciones para trabajar por la paz y el cuidado de la creación.
Lea a seguir el pronunciamiento:
Vicariato de Puerto Leguízamo-Solano
El Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo-Solano es la jurisdicción eclesiástica más joven del territorio colombia, creada el 21 de febrero del 2013 por el papa Benedicto XVI a partir del desmembramiento de los Vicariatos de San Vicente del Caguán y de Leticia. Tiene 64.000 km2 dentro de un contexto territorial tri-departamental (Putumayo, Caquetá y Amazonas) y tri-fronterizo (Colombia, Ecuador y Perú).
Está conformado de ocho parroquias y quasiparroquias en los municipios de Solano (Caquetá), Puerto Leguízamo (Putumayo) y el area municipalizada de Puerto Alegría (Amazonas).
Su territorio limita al norte con el vicariato apostólico de San Vicente del Caguán, al oeste con la diócesis de Florencia y la diócesis de Mocoa-Sibundoy, al sur con la República del Perú y el vicariato apostólico de Leticia, y al este con la diócesis de San José del Guaviare y el vicariato apostólico de Mitú.
Fotos e informaciones: Juan Felipe Martínez y Pastoral Social Cáritas Colombiana