La REPAM-Brasil, a través de su presidente, Monseñor Erwin Kräutler, se ha pronunciado en un video en el que se hace eco de la situación que está siendo vivida en el estado brasileño de Amazonas, particularmente en Manaos. Las últimas horas están siendo de especial gravedad, como muestra el hecho de que este viernes, 15 de enero, ha habido 213 entierros en la ciudad, una cifra escalofriante, nunca antes vista, pues la media diaria de fallecidos en la ciudad está en torno de 30. Entre los enterrados se encontraban 30 personas que habían fallecido en sus casas, sin ningún tipo de atención médica.
Por: Luis Miguel Modino
¡Falta oxígeno!
En su pronunciamiento, el obispo emérito de la Prelatura del Xingú, se hacía eco del llamamiento de Monseñor Leonardo Steiner, arzobispo de Manaos, pidiendo que por el amor de Dios fuese enviado oxígeno, algo que también ha sido solicitado por los obispos del Regional Norte 1 de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil – CNBB, y por el propio presidente del episcopado brasileño, Monseñor Walmor Oliveira de Azevedo. El clamor de la gente y de los profesionales de salud han inundado los medios de comunicación y las redes sociales. A uno de ellos se refería Monseñor Kräutler: “escuché a una profesional de salud, en un hospital, que llorando expresaba su desesperación por la falta de oxígeno”.
El presidente de la REPAM-Brasil, que también dijo hablar en nombre del cardenal Claudio Hummes, presidente de la Comisión Episcopal de la Amazonía de la CNBB, y de la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA, vinculada al CELAM, manifestaba apoyo a los angustiosos llamados para que “el gobierno proporcione inmediatamente cilindros de oxígeno a los hospitales de Manaos y de la Amazonía”.
No olvidar al pueblo de la Amazonía en esta hora cruel
Alguien que es misionero en la región desde hace más de 50 años denunciaba que “no es posible que Brasil olvide al pueblo de la Amazonía en una hora tan cruel y se tapen los oídos ante el clamor de quien está muriendo, y de sus familiares y profesionales de la salud, que no pueden atender a los enfermos por falta de oxígeno y tienen que mirar pasivamente cómo los enfermos mueren asfixiados por la falta de oxígeno, en condiciones terribles”.
La Amazonía es una región que muchas veces ha sido vista como fuente de recursos por parte de los diferentes gobiernos, una actitud que se ha acrecentado en los últimos tiempos, especialmente durante la pandemia del Covid-19, en que la falta de fiscalización ha facilitado la explotación ilegal de materias primas, aumentando los incendios y la contaminación ambiental. Estamos hablando de un territorio donde los derechos fundamentales de la población muchas veces no están cubiertos. Ante esa situación, el presidente de la REPAM-Brasil clamaba: “por el amor de Dios y de Nuestra Señora, Manaos, la Amazonía, es Brasil. Por favor, despierten, por los pueblos que viven aquí y quieren sobrevivir a esta pandemia”.