El Comité Ampliado de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) finalizó su encuentro presencial en el Puyo, Amazonía ecuatoriana reconociendo que en los escenarios para la defensa de la vida y el territorio amazónico persisten amenazas que se hacen cada vez mayores. La situación en la Panamazonía se encuentra en su punto más crítico; las reflexiones del encuentro consideraron una realidad que involucra la deforestación, el crimen organizado, la minería y la degradación de las fuentes de agua.
Por Equipo de Comunicaciones REPAM
La vulneración constante de derechos que se vive en la Amazonía involucra, no solo a los pueblos y comunidades que la habitan, sino también al territorio en sí mismo. Las acciones que prioriza REPAM en materia de derechos humanos, justicia socioambiental y Buen Vivir van de la mano con un respeto total de la tierra y sus fuentes de agua. Cada uno de los países que conforman la Panamazonía comparten una serie de problemáticas que día tras día se complican más; por ello, para los miembros del comité de la REPAM, los desafíos a asumir deben tener una mirada general que desemboque en las acciones concretas a ejecutar.
La reflexión dada en los tres días de comité ha exaltado situaciones que hacen parte de la degradación social y las condiciones de vida. La minería fue reconocida como el problema principal que tiene lugar actualmente en la Amazonía. De las zonas mineras se desprenden delitos como el narcotráfico, la comercialización ilegal de tierras y la violación de derechos fundamentales que, se suman a la contaminación de las fuentes de agua (con mercurio y demás insumos tóxicos usados para la extracción) y la deforestación. Uno de los llamados realizados durante el encuentro fue el de motivar a las conferencias episcopales, de los países que compran oro sin certificación, a impulsar una campaña para que no se compren productos derivados de la minería ilegal dentro de las jurisdicciones nacionales.
Las urgencias de REPAM
Los miembros del núcleo Derechos Humanos e Incidencia Internacional han calificado como positiva la experiencia de escucha y reflexión que se hace dentro de la Escuela de DDHH; en 2025, dicha escuela tendrá lugar en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia y espera comprometer esfuerzos para dar un seguimiento constante de los casos de vulneración de derechos que son expuestos y llevados a escenarios internacionales. Representantes de los distintos núcleos de REPAM han respaldado que, los casos de violación de derechos humanos, llevados al escenario de la escuela sean elegidos por las REPAMs nacionales, quienes articulan con vicariatos y diócesis presentes en la Panamazonía.
La coordinación del núcleo Justicia Socioambiental y Buen Vivir ha destacado el proceso de construcción de una comunidad de aprendizaje que proyecta el manejo de alternativas de desarrollo en las distintas comunidades amazónicas. De momento, la triple frontera Bolivia-Brasil-Perú es el territorio en donde se moviliza al personal del núcleo para conocer distintas experiencias en donde la economía comunal va ligada al respeto y protección de los medios de vida dentro de la Amazonía.
El agua como prioridad
Si bien los derechos humanos, la justicia socioambiental y el Buen Vivir siguen siendo las urgencias claves de la REPAM, el comité ampliado de este 2024 ha visto que la situación de los distintos afluentes y fuentes hídricas en la Amazonía merece especial consideración. Todo aquello que rodea la degradación de fuentes de agua está directamente ligado a la vulneración de derechos humanos, a crisis alimentarias dentro del gran bioma, a un escenario de salud deficiente y a demás factores que no permiten promover estilos de vida dignos y saludables.
El agua como fuente de vida es el frente que, cada uno de los núcleos y REPAMs nacionales tendrán al momento de elaborar sus planes de trabajo específicos. Los escenarios internacionales para la toma de decisiones (si bien no han tenido incidencia al nivel del planeta) serán abordados por la red con el compromiso de defender el agua como garantía y fuente de vida. Los próximos meses servirán para que los mandatos del comité ampliado sean abordados de forma individual por los comités de REPAM; para la red la Conferencia de las Partes para el Cambio Climático (COP 30) será un proceso en donde las acciones previas y posteriores tendrán más relevancia que el desarrollo de la misma.