La coordinadora del Programa Mujer Indígena de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), Rosilda Nunta Guimaraes, considera que el Sínodo Panamazónico será un espacio importante para efectivizar propuestas concretas que den salida a las problemáticas de la Amazonía, tanto en su vertiente medioambiental como social
Satisfecha con su participación en el encuentro ‘Diálogo de Mujeres Indígenas rumbo al Sínodo’, Rosilda Nunta Guimaraes, del pueblo shipibo y responsable del Programa Mujer Indígena que viene impulsando la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), comenta varios puntos recogidos dentro de la actividad y que también serían ahora tenidos en cuenta al momento de trazar y ejecutar políticas de mujer desde la organización indígena a la que representa. “Aquí hemos visto dos puntos importantes que no esperaba encontrar”, dice Nunta, “dentro de la mujer amazónica, las problemáticas son diferentes en función de su lugar de residencia ya que quienes radican en la selva están preocupadas y amenazadas por las problemáticas de contaminación, tala ilegal, despojo del territorio y bueno, el machismo, que está en todo ámbito prácticamente. Sin embargo, cuando se habla con la mujer amazónica que vive en la ciudad aparecen otros casos de explotación laboral, discriminación y la diferencia de los hombres hacia ellas”.
Es con esa perspectiva que, opina la lideresa shipiba, hay que trabajar: “Me gusta que en este proceso del Sínodo se esté recogiendo la problemática de la mujer y que, además, se haya considerado que la mujer amazónica no sólo está en la selva, sino también en la ciudad y con unas problemáticas distintas que deben conocerse y abordarse”. Desconocedora hasta ahora del proceso sinodal y todo lo que implica, asegura que es una propuesta de sumo interés por el planteamiento de unión y trabajo en conjunto en el que se basa. Así, indica que la Iglesia Católica será “un aliado más para caminar juntos en la misma dirección” y así, sumando esfuerzos, “poder contrarrestar la problemática de la Amazonía”.
Del mismo modo, reconoce que la visita del Papa Francisco a Puerto Maldonado supuso la apertura de una nueva relación entre la Iglesia y los pueblos indígenas. “Siempre hemos resaltado el compromiso que él adquirió en su visita con nosotros para poder defender juntos nuestros derechos colectivos”, cuenta Nunta Guimara, “antes no había mucha confianza en la Iglesia, por diferentes episodios del proceso de evangelización ya que nosotros tenemos nuestras propias creencias y dioses, pero en estos tiempos con tantos problemas de cambio climático, extracción indiscriminada de recursos y otros temas se ve en el Sínodo un aliado más para frenar juntos todas estas cuestiones que nos preocupan a todos”.
AIDESEP y la mujer indígena
La Agenda Nacional de las Mujeres Indígenas Amazónicas sobre la que trabaja AIDESEP contiene ejes temáticos como territorio, participación política, toma de decisiones, seguridad alimentaria, economía indígena, cambio climático, violencia, salud y educación. “En los encuentros que ha tenido Aidesep se ha manifestado una especial preocupación por las cuestiones medioambientales y de ahí que se esté incidiendo en eso”, explicita, “el otro punto importante es la reflexión en torno al cambio climático para poder mitigar y adaptar en torno a los conocimientos ancestrales que tiene cada pueblo”.
En este asunto, en el del conocimiento ancestral, se considera muy especialmente el valor de las mujeres. Rosilda Nunta tiene claro que el hombre indígena, sin la mujer, no podrá defender la Amazonía como ésta se merece. Y es ahí cuando lanza, de nuevo, un mensaje de unidad: “Estamos en un mundo donde los hombres y mujeres indígenas caminamos juntos por una causa común, los derechos colectivos de todos. En este camino no sólo pueden ir los pueblos indígenas, sino de la mano de aliados. Es un camino en el que el valor de la mujer es importantísimo por su conocimiento, la capacidad que ellas tienen y, desde sus comunidades, deben valorar, aportar con sus autoridades. Que no se sientan discriminadas, no somos víctimas, tenemos conocimientos capacidades para proponer y tomar decisiones”. Los tiempos han cambiado, las mujeres tenemos preparación y por lo tanto hay nuevas propuestas desde nosotras”.