Patricia Gualinga, líder indígena del pueblo sarayaku en Ecuador, vinculada con la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), afirma que servir a la Iglesia es un honor y una responsabilidad, porque “implica orientar como debe ser el trabajo en los territorios y en las bases para plasmar las diversas formas de ver las cosas en un objetivo realizable y sirva para defender los ecosistemas amazónicos con mucho respeto e igualdad de condiciones”.
Por Ángel Morillo
La postulada como vicepresidente de la Ceama asegura que uno de los retos que sigue “en ciernes” para los pueblos indígenas es “confluir la visión de sus pueblos con la Iglesia como objetivo en la defensa de los territorios y reconocer sus diferencias para mirar puntos comunes que nos permitan avanzar en esa tarea conjunta”.
Mayor compromiso
También señala que “continuamos luchando y haciendo resistencia desde los territorios” y “creo que desde la jerarquía eclesial se ha dado el visto para que avancen las estructuras de la Iglesia en los territorios”.
Aún cuando el obispo de su jurisdicción [Rafael Cob, obispo de Puyo] ha apoyado irrestrictamente a los pueblos indígenas en todas las iniciativas, pide a los obispos de los territorios amazónicos en Ecuador un mayor compromiso para responder con mayor contundencia a las demandas de la Iglesia en los territorios.
En cuanto al camino sinodal refiere que “es una oportunidad para avanzar y en ello debemos buscar puntos comunes como, por ejemplo, la defensa de la Amazonía, porque podríamos cometer el error de decir esta es una nueva forma de evangelización y al decir esto, podríamos generar resistencias”.
Fuente: ADN Celam