Luego de tres días de aprendizaje colectivo entre once iniciativas comprometidas con la conservación y regeneración de ecosistemas amazónicos en la triple frontera de Perú, Bolivia y Brasil, culminó el taller ‘Reconociendo saberes y tejiendo redes en la Panamazonía’. Este espacio promovió el fortalecimiento de una red colaborativa basada en el intercambio mutuo de saberes y el reconocimiento conjunto de soluciones alternativas frente a los desafíos socioambientales de la Amazonía.
Por: Equipo de comunicaciones de REPAM
Organizada por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), a través del Núcleo Justicia Socioambiental y Buen Vivir (JSABV), con el apoyo de Cáritas Madre de Dios, Cáritas Pando y el Equipo Itinerante Interinstitucional, la actividad se desarrolló del 3 al 5 de diciembre de 2024 en la Estancia Bello Horizonte, Puerto Maldonado, Perú. En este espacio piloto, los y las participantes contaron con la oportunidad abordar desde la cartografía social los desafíos y conflictividades socioambientales que viven en sus territorios y a las que deben responder desde su quehacer. Asimismo, pudieron reconocer sus historias de vida, los logros, aprendizajes, retos y oportunidades que han venido superando por más de 10 años con sus comunidades.
El encuentro no solo fue un escenario para la reflexión, reconocimiento e intercambio de los saberes propios de las experiencias, si no fue el ambiente propicio para la discusión profunda de qué se entiende por Justicia Socioambiental y Buen Vivir desde la visión y experiencia de las comunidades y cómo estás reflexionan y responden a temas como la soberanía alimentaria, la justicia climática, los derechos de la naturaleza, la salud integral, las economías para la vida, la planificación territorial y la educación ambiental.
Compartir aprendizajes
El encuentro permitió reflexionar sobre cómo las iniciativas enfrentan desafíos como la deforestación, la pérdida de biodiversidad y la inseguridad alimentaria, priorizando la preservación de ecosistemas mediante la reforestación con semillas nativas y la promoción de economías alternativas que no mercantilicen la naturaleza. Las reflexiones giraron en torno a cómo posicionar procesos que promuevan la nutrición saludable, la restauración de sistemas degradados y los liderazgos comunitarios.
Para Ellen Ferreira, representante de Florestanía, el encuentro fue una experiencia que reforzó el sentido de pertenencia y la responsabilidad compartida. “Estamos tejiendo esta red de iniciativas guardianas de la Amazonía con mucha esperanza. Aquí nos hemos encontrado con personas que están hace más de 10, 20 a 30 años resistiendo en el territorio amazónico. Me llevo esa sensación de que no estoy sola y que como red somos más que la suma de las partes”, mencionó.
Entre las prioridades, se destacaron la educación ambiental y la soberanía alimentaria como categorías fundamentales para avanzar en la consolidación de un proceso de co-creación, donde cada persona aportará desde su experiencia, habilidades y saberes. Es así como, con este espacio, se pudo visibilizar las acciones de cada experiencia territorial y sentar las bases para iniciar un proceso de fortalecimiento de capacidades colectivas, generar lazos de colaboración e impulsar procesos de incidencia en pro de la protección de los recursos del bioma amazónico y el buen vivir de sus comunidades.
Según Luis Tayori, representante de Ori’numba, este taller fue una oportunidad para compartir aprendizajes y trabajar desde conceptos comunes. “Todas las iniciativas que se han encontrado en este sitio vienen desarrollando actividades desde el territorio (…) Creemos que es importante accionar sobre estos dos temas [soberanía alimentaria y educación ambiental] para visibilizarlos, para entender qué plantar, qué reforestar y cómo seguir conservando diferentes ecosistemas que están en el territorio”.
Un sistema integrado para la Amazonía
Con un mapeo inicial de los procesos territoriales, las iniciativas participantes integrarán sus experiencias en una plataforma digital que mostrará sus datos principales, logros, retos y potencialidades, con el objetivo de facilitar la colaboración entre actores locales y regionales, así como la creación de alianzas estratégicas para la generación de redes colaborativas desde los territorios. Así mismo, con esta herramienta georreferenciada se espera posicionar a las iniciativas territoriales e incidir para que estas perspectivas transformadoras sean un referente y modelo alternativo sostenible que desafía a los enfoques extractivistas.
A partir de los temas priorizados en este taller, también se desarrollarán tres módulos formativos diseñados para responder a los desafíos identificados, sostuvo Viviana Wilches, responsable del proyecto. “Este taller permitió reflexionar sobre las necesidades colectivas y proyectar futuros encuentros que fortalezcan las capacidades de las iniciativas participantes. Esperamos que el próximo espacio marque un nuevo avance en la consolidación de esta Comunidad de Aprendizaje”.
Este es el primer taller de cuatro que realizará en el 2025 la Comunidad de Aprendizaje para la Justicia Socioambiental y el Buen Vivir, como un espacio transformador y participativo donde las personas comparten prácticas locales con el propósito común de aprender, colaborar, crecer colectivamente, promover la vida y el cuidado de la Amazonía.