Mons. Rafael Cob, Vicario Apostólico de Puyo (Ecuador) realizó una travesía misionera al interior de la selva. Una visita pastoral a las comunidades indígenas, al encuentro de las comunidades más alejadas. Allí bautizó, hizo las confirmaciones, primeras comuniones y bodas.
Por Vatican News
Mons. Rafael Cob -Vicario del Vicariato de Puyo, Ecuador- relató a Vatican News su reciente visita pastoral en la selva amazónica ecuatoriana, en la que dedicó tiempo para las comunidades indígenas, bautizando, confirmando, celebrando primeras comuniones y bodas. Le acompañaban los misioneros y catequistas que en la zona hacen una gran labor de evangelización, y ayuda a esas comunidades.
La primera etapa de la visita, a la comunidad de Sarayaku, donde se encuentra el pueblo Kichwa. En la fiesta de su patrón, San Antonio de Pádua, se llevaron a cabo distintos sacramentos. En este viaje, estuvo con Mons. Coba, Sor María una misionera de 87 años, que lleva más de 30 años trabajando en el sector de las comunidades indígenas de esta zona.
En cada una de las etapas, el Obispo celebró matrimonios, bautizos, confirmaciones y primeras comuniones. Las bodas son muy características, dijo el Prelado. Las parejas llevan huevos, la novias, y los novios un gallo o una gallina como ofrenda. En el segundo día, se confirmaron 42 jóvenes y 4 parejas se casaron. Las parejas han celebrado su matrimonio eclesiástico pidiendo a Dios su bendición.
En las celebraciones Eucarísticas, el Prelado recodó que no “debemos olvidar nuestras raíces culturales”, a los jóvenes le pidió que se dejen guiar por el Espíritu en medio de tantos medios digitales que “hoy quieren constituirse los guías de sus vidas. Debemos pedir al Espíritu sus dones para ser testigos de Cristo en medio de un mundo adverso”.
A los padres y padrinos les recordó su obligación de educar a sus hijos que tanto necesitan hoy del cariño y escucha. “Los vicios del alcohol y la droga se va apoderando de nuestras comunidades, también les recordamos el cuidado de nuestra Amazonia y vivir la unidad de un pueblo cristiano frente a las sectas”, les dijo.
“Todos salieron contentos y decididos a dejarse guiar por el Espíritu, que nuestros pueblos originarios guardianes de la selva sean acompañados por la Iglesia como pidieron en el Sínodo Amazónico. Dios bendiga a estos pueblos hermanos”, afirmó.
En su tercera jornada, el vicario del Vicariato de Puyo, realizando las travesías en botes, y con los misioneros que lo acompañaron, y los catequistas, se dedicó a administrar los distintos sacramentos en las comunidades. Los misioneros tienen distintos servicios en las comunidades, guarderías para niños, comedores para ancianos, evangelización, dando los ministerios tanto de la palabra como la eucaristía, en las celebraciones dominicales. Son comunidades donde se debe luchar por la protección del medio ambiente, y en las comunidades hay problemas de alcoholismo, y maltrato de las mujeres o los niños.
“Completamos nuestra visita pastoral a los indígenas de las comunidades pertenecientes a Sarayacu y Pakayacu, sembramos gracia divina, esperamos que den frutos del Espíritu, agradecemos a Dios que nos dio su fuerza y el tiempo y agradecemos a las comunidades y misioneros y gentes de pastoral que prepararon a nuestros hermanos para recibir la gracia de los sacramentos. Dios les bendiga y como misioneros seguiremos caminando por esta selva visitando las comunidades que nos esperan”.
Ya para concluir su visita pastoral, esta vez atravesando la selva del río Bobonaza, llevando la bendición y gracia de Dios a través de los sacramentos que reciben nuestros hermanos indígenas, señaló el prelado. En esta etapa viajaron por avión a Montalvo, donde hay un batallón militar, allí también los soldados aprovecharon esta visita pastoral para algunos recibir el bautismo, la confirmación y la primera Comunión.
“Segundo día de nuestra visita pastoral en las comunidades Kichuas de Montalvo Bóveras . El sueño de la noche fue profundo después del día intenso de ayer, dos sesiones de Confirmaciones, de Primeras Comuniones y de Bautismos para terminar con el matrimonio de Salvador y Antonia. Nos acostamos temprano y nos levantamos temprano, iniciamos el día por la mañana con laudes dando gracias. Eran las 7 am y Milton el piloto de la canoa estaba listo para el viaje a Teresa Mama, este día serán 4 horas de canoa por el rio Bobonaza”.
Fuente: Vatican News