Paris, 01-12-2015 (REPAM).- El día 29 de noviembre por la mañana, la plaza de La República, una de las plazas más simbólicas de París, amaneció con millares de pares de zapatos. Para esa fecha, se había previsto una gran marcha exigiendo cambios urgentes para disminuir el calentamiento global del planeta. Pero, por los recientes atentados terroristas, la marcha había sido prohibida.
Hasta esa plaza, llegó temprano el Cardenal Claudio Hummes, llevaba los zapatos del Papa francisco, del Cardenal Turkson y los suyos propios. Era una manera simbólica y emotiva de reafirmar que la Iglesia unía su voz a millones de personas que exigen cambios radicales para defender la vida y la naturaleza de la voracidad de las empresas y de un sistema económico basado en el consumo y en el lucro.
“Era impresionante –afirma el Cardenal Hummes-, en la Plaza de la República junto a millares de pares de zapatos de gente solidaria, ya estaban también las flores y las velas en homenaje a quienes murieron recientemente en los atentados terroristas. Los zapatos vacíos, de alguna manera nos recordaban también a los muertos, porque estaban alineados y juntos pero sin sus dueños”.
“Yo tuve el privilegio, junto a Oscar Soria, miembro de AVAAZ, de llevar los zapatos del Papa francisco… Había mucha expectativa… Fue una manera genial y simbólicamente fuerte de presión del pueblo y también de presencia del Papa Francisco, en este reclamo para revertir el calentamiento global.”
Para don Claudio Hummes, presidente de la Red Eclesial Panamazónica –REPAM-, es importante que en la COP21 los gobernantes tengan el coraje de tomar acuerdos para reducir el calentamiento de la tierra, que según los expertos no debería superar los dos grados centígrados. “Un grado y medio debería ser la meta” subraya.
Escuchemos un fragmento de sus reflexiones: